Director: Harmony Korine
Intérpretes: Selena Gomez, Vanessa Hudgens, Rachel Korine, Ashley Benson, James Franco, Heather Morris, Emma Holzer, Ash Lendzion, Josh Randall, Gucci Mane
Sinopsis: Cuatro estudiantes acaban en la cárcel, tras ser sorprendidas en una casa llena de drogas durante sus vacaciones de primavera (spring break). Pronto salen bajo fianza gracias a un traficante de armas y de drogas que ve en ellas a unas potenciales delincuentes.
Estamos ante la sandez cinematográfica del año, tras la todavía invencible y horripilante MOVIE 43… ya saben los más veteranos, como el licor pero en película desechable.
Todo es ruido y estridencia en SPRING BREAKERS, que se resiente de una espasmódica dirección del modernete Harmony Korine, que por mí puede tomarse una temporadita de descanso, tras haberme regalado cositas tan petulantes como GUMMO o JULIEN DUNKIEN-BOY, esta última traslación al cine norteamericano de algunos perniciosos efectos del Dogma 95.
Quisiera creer que este no es el estado de las cosas generalizado de una juventud americana, que aquí se nos muestra hedonista, alienada, falta de cualquier ética y lo que es peor, criminal y sin escrúpulos de ningún tipo. Sabemos que hay bastante de todo esto por allí, pero si la pretensión de su autor es la de mostrarnos una foto finish, es como para echarse temblar. Que tome nota de la caligrafía del notable Steve McQueen de SHAME. Pero aparte de todo ello, es una película de dirección feista y agotadoramente descontrolada. El peor estilo del videoclip se impone aquí y agota hasta la extenuación. Y ya supongo que ese es el efecto buscado, pero a mí no me interesa nada de nada… o rien de rien que se dice en francés.
Continuos cuerpos, preferentemente femeninos, bronceados de perfectas proporciones, no alivian en nada la sensación de estar ante un trabajo que pretende epatar por la vía más rápida, sin sutileza alguna, partiendo de un argumento que me resulta de lo más delirante.
Algún colega de la crítica, como Jordi Batlle-Caminal ha manifestado que “es un delirio ultranaif bajo cuyas capas de furia y cinismo yace una muy veraz radiografía de nuestro tiempo”. Sin moralismos ni mensajes, vale, pues miren que bien. Si para ello hay que asumir que uno se ha quedado anticuado, no tengo el mínimo problema en asumirlo. Y desde luego sus extremas y crudas escenas, marca de la casa de su director, me generan puro hastío, todavía más que el carácter existencialista que muestran sus personajes.
Estomagante.
José Luis Vázquez