viernes, 18 de julio

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Estreno en Royal City

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La familia Addams ()

Director: Conrad Vernon

Intérpretes: Animación

Sinopsis: Vuelve la peculiar y macabra familia Addams. Un clan liderado por Morticia, diabólicamente devota de su esposo e hijos, y Gómez, un elegante y siniestro padre, apasionadamente enamorado de su esposa. Sus hijos son Miércoles, una brillante y siniestra adolescente con mucho ingenio, y Pugsley, un amenazador niño de 10 años al que le encanta cualquier tipo de maldad que pueda encontrar. Además, la familia se completa con el alegre y caótico tío Fétido y la abuela Addams, a la que le encanta que sus nietos disfrutan de sus galletas en forma de murciélagos y calaveras. Eso sí, en esta ocasión tendrán que hacer frente a una archienemiga: Margaux Needler.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 3 estrellas

A falta de dos meses para la finalización de 2019, no está siendo este un año verdaderamente rompedor, innovador o recordable en el terreno pujante y consolidado de la animación. LA FAMILIA ADDAMS (THE ADDAMS FAMILY) mantiene un nivel medio, pero no es la obra si no transgresora o subversiva, sí algo más imaginativa que hubiera sido deseable dados sus más que apreciables antecedentes. Vamos, algo así como la brillantísima operación emprendida en 2018 con SPIDER-MAN.

Me acaba pesando mucho el recuerdo televisivo de la antañona y entrañable serie en blanco y negro de los 60 (basada en las caricaturas que Charles Addams había publicado en el The New Yorker), o incluso en menor medida, sus antecedentes cinematográficos, ese vistoso díptico emprendido por el otrora director de fotografía –los Coen figuran en sus créditos- Barry Sonnenfeld con unos enfundadísimos Anjelica Huston y Raul Julia.

El original dio también lugar a dos series animadas a comienzos de los 70 y 90. Ninguna de ellas relevante. El caso es que se continúa perseverando en el atractivo material que supone esta parentela y ahora llega a la gran pantalla sin demasiado boato ni aparatosidad.

Parte de un guion de no precisamente demasiada inventiva. Desperdicia un mundo fértil en situaciones delirantes y personajes fantasiosos y estrambóticos. El asunto principal acaba reducido a una crítica liviana, muy superficial de estos tiempos de postureo y a los eternos encontronazos de los adolescentes con sus padres. La desasosegadora familia acaba aquí convertida en materia confundible con una acomodada clase media. No hay lugar para la sorpresa. Y se muestra blandurria.

Ello se compensa en parte con un diseño que, ya de partida, cuenta con atractivos y con mí incondicionalidad y con una tipología que parte con la complicidad de muchos de quienes acudimos a verla. Sus monerías, sus humoradas se ven sin molestia, pero siempre quedando claro que ni son revulsivas ni ofrecen verdadera pegada.

Discurre por unos cauces muy previsibles que en esta ocasión no me generan ni frío ni demasiado calor. Se ve, se deglute más o menos bien al instante y a otra cosa mariposa. Ojalá uno de los grandes, Tim Burton sin ir más lejos (se nota su influencia en el look aquí esgrimido), el más se adecuado tal vez, se animara a entregar a sus peculiares componentes la gran película que llevan tiempo mereciendo.

Light, vistosilla.

José Luis Vázquez