Director: Ruben Fleischer
Intérpretes: Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Emma Stone, Abigail Breslin, Zoey Deutch, Bill Murray, Rosario Dawson, Luke Wilson, Dan Aykroyd, Avan Jogia, Thomas Middleditch, Rachel Luttrell, MWW Michael Wilkerson, Julia Vasi, Jessica Medina, Otis Winston, Jess Durham, Timothy Carr, Kandis Hargrave, Isabelle Fretheim, Lewis Wright, Julian B Lin, Victoria Hall, Ian Gregg, Nathan W. Collins, Tim McAdams, Lauren Hendry, Sergio Briones, Jenin Gonzalez, Ari Loeb, Victor Rivera, Devin Mojica, Louie g Maldonado, Diezel Ramos
Sinopsis: En esta secuela y empleando el característico sentido del humor del que hizo gala "Zombieland", el grupo de protagonistas tendrá que viajar desde la Casa Blanca hasta el corazón de los Estados Unidos, sobreviviendo a nuevas clases de muertos vivientes que han evolucionado desde lo sucedido hace algunos años, así como a algunos supervivientes humanos rezagados. Pero, por encima de todo, tendrán que tratar de soportar los inconvenientes de convivir entre ellos. (FILMAFFINITY)
Justo una década después de la aparición de una comedia de zombis refrescantemente gamberra y graciosa, BIENVENIDOS A ZOMBIELAND, sale a escena esta secuela innecesaria, cansina, un tanto desaliñada y perezosa. Supongo que los fans más acérrimos –a mí también me ha sucedido en ocasiones, suele ocurrir, con otras propuestas o con el cine de mi venerado Clint Eastwood… al que ningún defecto le encuentro- la defenderán con uñas y dientes literario/verbales. Pues muy bien, si la han disfrutado, no seré yo el que venga a enmendar ninguna plana.
La mía, mi exclusiva plana, es de frustración ante su contemplación debido a unos diálogos rayanos en la indigencia, a una trama de lo más rutinaria y socorrida, clímax final incluido y al lamento provocado por la ausencia de uno de los mejores reclamos de aquella primera entrega, Bill Murray. Bueno, la verdad es que sale a deshora, pero para esa aparición no convendría haber rociado las alforjas con una presencia insignificante y sin relieve alguno.
Lo mejor de esta desmayada continuación sigue siendo la composición de chulazo mata muertos vivientes del siempre estupendo Woody Harrelson y la presencia –supongo como gratitud a aquella buena oportunidad cuando aún no era tan famosísima y había ganado el Oscar por LA LA LAND- de mi adorada Emma Stone (cumplimos años el mismo día, en breves días, y eso supone también un vínculo).
También conviene tener en cuenta a una atractiva Zoey Deutch, como una especie de –dicho con todo el respeto hacia una chica que me hace gracia y no me cae mal- Tamara Falcó a la norteamericana.
El resto se compone de chistecillos o humoradas de dudoso gusto; de la aparición masiva en el último tramo d un nuevo modelo de dormidos a ritmo de velocirraptores, mejor dicho, de terminators… por aquello de ajustarme a la terminología aquí utilizada; de un guion tan plano como la sabana africana y un ritmo mucho más alicaído que su antecesora y un sentido de lo paródico completamente estéril.
Nada especialmente recordable ni disfrutable. Una secuela fallida apta exclusivamente para fans muy fans.
José Luis Vázquez