Director: Alejandro Andrade
Intérpretes: Carmen Maura, Emilio Puente, Moisés Arizmendi, Mariana Gajá, Diego Álvarez Gracía, Dulce Domínguez, Arantza Beltrán
Sinopsis: El mundo de Andy cambia totalmente cuando su madre tiene un accidente. Sin nadie que lo cuide, es llevado a Cuernavaca, a la casa de su lejana abuela paterna. Mientras su madre se debate entre la vida y la muerte, el niño se enfrentará al rechazo de su abuela, al mundo seductor y peligroso del hijo del jardinero y a la búsqueda de su padre. (FILMAFFINITY)
Falta tensión, carne, enjundia, incluso aspereza, en este relato un tanto apagado sobre un chaval en pleno descubrimiento de la vida tras vivir una trágica situación familiar.
Le falta chicha, empuje a su director, el por mí desconocido Alejandro Andrade, originario de un lugar, México, que hierve celuloide en los últimos tiempos, aunque cada vez que allí descuella alguien Hollywood anda raudo con el cazamariposas.
Tampoco el actor encargado de dar vida a ese Andy desasistido y desconcertado, Emilio Puente, muestra una gama de registros, encanto o la suficiente simpatía para que consiga empatizar con él. Incluso Carmen Maura parece surgida de otra película diferente, un tanto a la deriva, aunque dado su talento consigue aguantar el tipo sin esfuerzo.
Su problema no estriba tanto en su ritmo pausado sino que este no conlleva acontecimientos relevantes o un tipo de estilo que me atrape. Todo es correcto, descolorido, impregnado de un tono lánguido que no provoca mi enganche en ningún instante. Pero la veo bien, en modo alguno me irrita. Cubro el expediente y no me arrepiento, pero no creo que vuelva a repetirla, aunque en esta vida ya nos demostró James Bond que nunca se debe decir nunca jamás.
Recomendada casi exclusivamente para pacientes espectadores en busca de producciones “exóticas” que no procedan de Hollywood. Pero ni ellos crean que puedan toparse con una sorpresa excesiva.
José Luis Vázquez