jueves, 28 de marzo

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Estreno en Royal City

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir crítica

Ad Astra ()

Director: James Gray

Intérpretes: Brad Pitt, Liv Tyler, Ruth Negga, Tommy Lee Jones, Donald Sutherland, John Finn, Kayla Adams, Kimmy Shields, Bayardo De Murguia, Lorell Bird Dorfman, Sasha Compère, Afsheen Olyaie, Bobby Nish, John Ortiz, Greg Bryk, Kimberly Elise, Loren Dean, Anne McDaniels, Ravi Kapoor, Lisa Gay Hamilton, Halszka Kuza, Alyson Reed

Sinopsis: El astronauta Roy McBride (Brad Pitt) viaja a los límites exteriores del sistema solar para encontrar a su padre perdido y desentrañar un misterio que amenaza la supervivencia de nuestro planeta. Su viaje desvelará secretos que desafían la naturaleza de la existencia humana y nuestro lugar en el cosmos.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Cine sensorial, bellísimo, hipnótico, existencialista, de aventuras también, perturbador, inquietante, de calado. Eso me supone en esencia la deslumbrante sin oquedades AD ASTRA, último trabajo del extraordinario cineasta neoyorquino James Gray.

Poseedor de una filmografía no muy extensa (7 peldaños con el que aquí me ocupa) después de dos décadas y media tras las cámaras, ni uno solo de sus trabajos no solo no tiene desperdicio sino que resultan de una elevadísima calidad. Su inicio se remite a 1994 con CUESTIÓN DE SANGRE. Conviene recordar todo sus títulos. Aparte del anteriormente mencionado, LA OTRA CARA DEL CRIMEN, LA NOCHE ES NUESTRA, TWO LOVERS, EL SUEÑO DE ELLIS y Z. LA CIUDAD PERDIDA… y sobre el que les escribo, claro.

Y aunque suele transitar asuntos o historias bastante manidas (en sus tres primeras y relampagueantes incursiones se decantaría por el policiaco sombrío, de resonancias shakesperianas), siempre aporta una perspectiva, un punto de vista muy personal… sin por ello renunciar al primer mandamiento, el de narrador.

En AD ASTRA se adentra en territorios “conradianos” desplazándose a un corazón de las tinieblas astral, en los límites del sistema solar, en Saturno. Hasta allí se desplaza en una misión un hijo que perdió el contacto con su padre tras desaparecer éste en otra operación de ambiciosas miras, buscar vida extraterrestre.

Llegado a este punto me parece oportuno recordar otros viajes a las estrellas que me han ido acompañando/deleitando a lo largo de mi ya amplia y felicísima vida cinéfila: PLANETA PROHIBIDO, REGRESO A LA TIERRA, DE LA TIERRA A LA LUNA, CUANDO LOS MUNDOS CHOCAN, LA CONQUISTA DEL ESPACIO, CON DESTINO A LA LUNA, COHETE K-1, PLANETA SANGRIENTO, LA GRAN SORPRESA, ROBINSON CRUSOE EN MARTE, CUENTA ATRÁS, ATRAPADOS EN EL ESPACIO, EL PLANETA DE LOS SIMIOS (J. Schaffner), la fundacional 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO (con varios puntos de contacto con AD ASTRA), NAVES SILENCIOSAS, CAPRICORNIO UNO, SATURNO 2, EL ABISMO NEGRO, ALIEN. EL 8º PASAJERO, ALIENS. EL REGRESO, ELEGIDOS PARA LA GLORIA, VUELO A MARTE, LUNA CERO DOS, incluso BLADE RUNNER, ATMÓSFERA CERO, 2010: ODISEA DOS, MOONRAKER (una insólita incursión de la saga James Bond), LOS 7 MAGNÍFICOS DEL ESPACIO, EXPLORADORES, DESAFÍO TOTAL, EL VUELO DEL NAVEGANTE, ARMAGEDDON, CIELO DE OCTUBRE, HORIZONTE FINAL, CONTACT, APOLO13, STARSHIP TROOPERS (LAS BRIGADAS DEL ESPACIO), MISIÓN A MARTE, PLANETA ROJO, SPACE COWBOYS, EL JUEGO DE ENDER, GATTACA, STARGATE. PUERTA A LAS ESTRELLAS, SUNSHINE, AVATAR, EL PLANETA DEL TESORO, TITÁN A. E., OTRA TIERRA, UN ESPACIO ENTRE NOSOTROS, SOLARIS (Soderbergh), OBLIVION, GRAVITY, INTESTERLLAR, LIFE (VIDA), PASSENGERS, MARTE, EL PRIMER HOMBRE o las sagas de STAR WARS y STAR TREK (entre esta apisonadora cine norteamericano cabe incluir/destacar las británicas LA VIDA FUTURA, MOON y LOS ÚLTIMOS DÍAS EN MARTE y la rusa SALYUT-7: HÉREOES EN EL ESPACIO). Hay que incluir dos aportaciones pioneras y silentes, la francesa del mago George Mélies VIAJE A LA LUNA y la alemana de Fritz Lang LA MUJER EN LA LUNA.

Varias de ellas, de una u otra manera, conforman el basamento de esta obra de Gray que trasciende los límites de la pura ciencia-ficción, pues acaba erigiéndose en una película del espacio preocupada fundamentalmente por algo aparentemente tan pequeño pero inabordable como nosotros mismos. Por el sufrimiento que podemos arrastrar debido a las pérdidas, a la angustia por lo desconocido, a un corazón afligido o a la soledad sentida ahí arriba o debida a nuestros propios fracasos. De hecho, deja al trasluz como un tipo insuperable en su trabajo deja mucho que desear en sus actitudes emocionales. El propio Gray ha manifestado precisamente que “son las emociones lo que nos pone por encima de la inteligencia artificial”.

También se revela preocupada por un mundo que ha ido perdiendo su humanidad, en los que ellas, aunque sus apariciones sean fugaces, se muestran más cálidas que ellos (atención a una Liv Tyler casi irreconocible como esposa de Roy McBride).

En esta navegación se acaba revelando importantísima la tripulación de un actor en plena madurez -55 años- y estado de gracia (era una de las cosas mejores y superaba al mismísimo DiCaprio en ÉRASE UNA VEZ… EN HOLLYWOOD). Alejado de cualquier veleidad glamurosa lleva a cabo una composición sin alardes de ningún tipo, pero honda y de conmovedora contención. 

Sin duda para quien esto firma, los guaperas hollywoodenses que en la historia han sido, desde Robert Taylor a Paul Newman, Robert Redford o George Clooney, si ya eran excelentes en sus inicios acaban convirtiéndose en excelsos (nadie se mantiene en una industria competitiva durante tantas décadas solo por su cara bonita).

Que le secunden en pequeños pero sustanciosos cometidos pesos pesados y veteranos como Tommy Lee Jones o Donald Sutherland (premio este año en el Festival de San Sebastián) supone un verdadero lujo.

De lo mejorcito de 2019. Pero absténganse quienes vayan buscando exclusivamente algo del corte de George Lucas, Spielberg o de los héroes marvelianos. Esto va por otros derroteros. Es fantasía puesta al servicio de la reflexión sobre nuestra especie para ir sorbiendo pausadamente, como un aromático y embriagador café.

José Luis Vázquez