Director: Arnaud Lemort
Intérpretes: Christian Clavier, Mathilde Seigner, Leopold Buchsbaum, Pili Groyne, Joey Starr, Olivier Marchal, Frédérique Bel, Louis-Do de Lencquesaing
Sinopsis: Philippe es un podólogo conservador de unos sesenta años que quiere ganarse a los hijos de su novia y, con esta esperanza, se va con ellos de vacaciones a Ibiza. Rodeado de jóvenes a la última moda y adolescentes insoportables, Philippe se siente como un pez fuera del agua. Ibiza está muy lejos de ser el lugar idóneo para las relajadas vacaciones familiares que él esperaba.
El mayor inconveniente de IBIZA, pues este es su título original (no confundir con ese otro espanto supuestamente gracioso firmado por Alex Richanbach para Netflix en 2018) no es su tópica visión de la fiestera isla mallorquina, pues con eso ya casi se contaba de partida. Eso, además, es lo de menos y lo doy por perfectamente empleado si se encara con gracia, que no es el caso. No, su principal hándicap es que resulta inocua, muy discreta y ligerita, demasiado ligerita hasta resultar intrascendente.
De nada vale el reclamo al frente del reparto de una de las estrellas de las buenas risas procedentes de allende los Pirineos. Me refiero a Christian Clavier, protagonista de populares, respetables y taquilleros títulos como LOS VISITANTES NO NACIERON AYER, NO MOLESTAR o DIOS MÍO, ASTÉRIX Y OBÉLIX CONTRA CÉSAR ¿PERO QUÉ TE HEMOS HECHO?. Demuestra estar en buena forma a sus 67 años, pero su mímica por momentos deudora de la de Louis de Funes, está puesta al servicio de una nadería que no ofende, pero que en momento alguno encandila, no al menos a mí.
Lo mejor son sin duda las chicas de la película, la veterana -solo 51 años, matizo- Mathilde Seigner (VUELTA A CASA DE MI MADRE, recuperen CARTAS A ROXANE, MAYO DE 1940, LA GUERRA DE LOS BOTONES en versión 2011, ¿POR QUÉ LAS MUJERES SIEMPRE QUEREMOS MÁS?) y la jovencita actriz belga Pili Groyne (su debut ante las cámaras se produjo en 2014 en la estupenda y aleccionadora DOS DÍAS, UNA NOCHE de los hermanos Dardenne, como la hija de Sandra/Marion Cotillard) que hace de convincente adolescente de 13 años a sus 16.
Teniendo en cuenta que el rodaje duró 5 semanas en la propia Ibiza y Formentera supongo que para buena parte del equipo –aunque currasen lo establecido como buenos profesionales que les presupongo, otra cuestión es la inspiración- han podido suponer para ellos unas vacaciones bien remuneradas, no así para algunos espectadores como este que les cuenta. Nada que ver con otras aventuras turísticas tan sumamente deliciosas como CREEMOS EN EL AMOR (Roma), UNA CARA CON ÁNGEL (París), HATARI (Tanzania) o VACACIONES EN ROMA entre cientos de ejemplos. Bien es cierto que los tiempos son otros… y eso no tiene por qué ser mejor ni peor para la creación artística.
Pueden perfectamente dejarla pasar sin que les quede la sensación de haber perdido algo que merezca la pena. Eso sí, me resulta preferible al grueso de comedias españolas estrenadas los ocho primeros meses de 2018, pues alguna risilla leve como la brisa marina se les puede escapar en algún momento como me ha ocurrido a mí.
PD: Su visionado me vuelve a provocar una reflexión: a ver como los responsables políticos o publicistas de la isla se quitan de encima el sambenito –no digo que justificada en buena parte- de ser asociada con la venta y consumo de cocaína al por mayor.
José Luis Vázquez