Director: Stanley Donen
Intérpretes: Howard Keel, Jane Powell, Jeff Richards, Tommy Rall, Russ Tamblyn, Marc Platt, Matt Mattox, Jacques d'Amboise, Julie Newmar, Virginia Gibson
Sinopsis: Los hermanos Pontipee son siete rudos leñadores, todos solteros, que viven en una cabaña en las montañas. Su vida cambia radicalmente cuando Adam, el hermano mayor, encuentra novia en el pueblo y se la lleva a vivir a la cabaña. Los demás hermanos deciden, entonces, hacer lo mismo y van a la ciudad en busca de novia. Tan empeñados están en casarse que no dudan en secuestrar a siete chicas y se las llevan a vivir con ellos. (FILMAFFINITY)
Un clásico indiscutible, incontestable de la comedia musical. Hasta la calefacción se dispara sola con el dinamismo de esta joya del Séptimo Arte.
Tal vez su único inconveniente hoy en día proceda del material argumental de partida, esa actualización –en el momento de su producción- del rapto de las sabinas (acontecimiento inspirado en la novela THE SABBIN WOMEN de Stephen Vincent Bennet). Hoy en día son muchas –y muchos- las que pondrían el grito en el cielo, con toda razón, pero 1) hay que situarse en la fecha en que transcurre la historia, y 2) tampoco es para exagerar más de la cuenta dado su tono amable y festivo. Sin duda ello no obvia que posiblemente en el contexto actual, este tratamiento podría ser considerado políticamente incorrecto. Y conste que en manera alguna pretendo frivolizar con el asunto.
Me centraré en el soporte fundamental de esta vitalista, resplandeciente, colorida, pletórica producción Metro Goldwyn Mayer. En esa recreación de tiempos de rudos pioneros y leñadores bailarines resuelta con la mayor de las energías y de los talentos.
Su dirección, sus números musicales –no se olvide a Michael Kidd- fueron confeccionados por un joven profesional no solo descollante sino verdaderamente genial. Alguien que con tan solo 28 años había realizado –solo dos antes que esta otra genial muestra- la que tal vez pueda considerarse la obra capital del género, CANTANDO BAJO LA LLUVIA. Me refiero a Stanley Donen, el de CHARADA, UN DÍA EN NUEVA YORK, ARABESCO, SIEMPRE HACE BUEN TIEMPO, JUEGO DE PIJAMAS, DOS EN LA CARRETERA, INDISCRETA… No hace falta que siga, ¿verdad?
Desde su inicio, desde ese reciote Howard Keel entonando BLESS YORE BEAUTIFUL HIDE, hasta esos GALANTEOS que Jane Powell, la esposa buscada, enseña a los rudos hermanos, pasando por ese LAMENTO invernal de los hermanos, o por esos trinos primaverales, SPRING SPRING SPRING, culminando en una secuencia central –ya sé que abuso del término en exceso- verdaderamente antológica, como la del baile de la construcción del granero, uno de los hitos insuperables en dicho terreno, todo rezuma alegría de vivir a raudales, entusiasmo, buen rollo, ritmo y regocijo.
A propósito de esta última secuencia, compruébese el cuerpo de gominola que poseía el elástico no, lo siguiente, Russ Tamblyn (Gideon), presente también en otros hitos del género como WEST SIDE STORY, EL MARAVILLOSO MUNDO DE LOS HERMANOS GRIMM o EL PEQUEÑO GIGANTE (PULGARCITO).
Hace gala de un humor que, en cualquier momento, pero sobre todo en tiempos agitados se hace más necesario que nunca.
No quisiera concluir sin señalar que obtuvo un Oscar a la mejor banda sonora musical, el único de los cinco a los que optaba. Y que una de las “brides”, la más largirucha, Julie Newmar (Dorcas), es la misma a la que hacían mención en la agradable A WONG FOO, GRACIAS POR TODO, JULIE NEWMAR, una producción surgida al amparo de LAS AVENTURAS DE PRISCILLA, REINA DEL DESIERTO.
Confieso que se encuentra entre mis diez musicales favoritos de todos los tiempos.
José Luis Vázquez