Director: Rob Letterman
Intérpretes: Animación: Ryan Reynolds, Justice Smith, Kathryn Newton, Ken Watanabe, Bill Nighy, Chris Geere, Rita Ora, Suki Waterhouse
Sinopsis: Cuando el gran detective privado Harry Goodman desaparece misteriosamente; Tim, su hijo de 21 años, debe averiguar qué sucedió. En la investigación lo ayuda el antiguo compañero Pokémon de Harry, el Detective Pikachu: un super detective adorable y ocurrente que se asombra incluso a sí mismo. Tim y Pikachu se dan cuenta que increíblemente pueden comunicarse, y unen fuerzas en una aventura para develar el misterio enmarañado. Mientras buscan pistas en las calles resplandecientes de Ryme City, una vasta metrópolis moderna donde los humanos y los Pokémon comparten un mundo real hiperrealista, encuentran distintos personajes Pokémon y descubren un complot impactante que podría destruir la convivencia pacífica y amenazar a todo el universo Pokémon. (FILMAFFINITY)
En el cine, como en la vida, a veces suceden cosas, reacciones muy extrañas o aparentemente contradictorias. Películas que interesan mucho a priori o que ofrecen contenidos atractivos, se acaban indigestando y, al contrario, algunas que, como en mi caso, rechazo a priori de facto su argamasa argumental, acabo reconociéndole méritos. Es el caso de esta traslación a imágenes reales (y animadas) del popular pokémon Doctor Pikachu.
Admito que de partida se me atraganta la fuente en que está inspirada (y el diseño de los bichitos, de esos chiquitos amarillos y peludos, me estomaga… y eso que algunos podrían estar próximos al mundo del genial Hayao Miyazaki), el popular vídeo juego, y todos sus antecedentes de dibujos, pero he de reconocer que esta producción estadounidense presenta –siempre dentro de los parámetros en los que se mueve y sabiendo principalmente al público que va destinado, jóvenes y otros algo menos, pero nostálgicos, algo de lo que en este caso no puedo hacer gala, pues nunca viví ni experimenté el fenómeno- una dignidad formal, un acabado, que merece ser respetado por mi parte.
Antes de proseguir, hago un pequeño aparte para manifestarles –y empeño mi palabra en ello- que jamás he jugado en mi vida a un vídeo juego. Ni he descargado pelis, ni he pagado jamás con tarjeta. En fin, disculpen la acotación personal, pero es para que sepan a qué atenerse y por mero posicionamiento… del que no es que me sienta especialmente orgulloso, pero las cosas son las que son.
Vuelvo a lo que verdaderamente importa. El tono y trazos argumentales de este DOCTOR PIKACHU no superan un estadio elemental de una típica ficción de peculiares mini héroes y de buenos y malos, pero los efectos especiales presentan solvencia y la trama, dentro también de unas premisas casi inamovibles e infantilizadas, se sigue con agilidad. Igual se me escapa alguna densidad o complejidad de las que no me percato. Estoy dispuesto a recibir información de ello por parte de sus fans.
Al menos, no bostezo en ningún momento, lo cual, dadas las expectativas con las que acudí a verla, les aseguro que no es poco. No supera un estadio medio, pero es una versión bullanguera y decorosa.
Por lo que me indican, por lo que husmeo, no parecen salir defraudados los seguidores de esta franquicia, así que según lo que se consideren ustedes, así la disfrutarán o no.
Nota: Disculpen que me haya dispersado con acotaciones personales, pero les aseguro que para mí ya suponía de partida todo un esfuerzo asistir a ver esto, por lo cual supongo que advertirán mi pereza en explayarme en profundidades para los que tampoco esta producción entiendo que dé de sí. Y conste que no es poco lo logrado, lo de verla sin enojo alguno, no abandonar la sala e incluso distraerme.
José Luis Vázquez