Director: Jordan Peele
Intérpretes: Lupita Nyong'o, Elisabeth Moss, Winston Duke, Tim Heidecker, Yahya Abdul-Mateen II, Anna Diop
Sinopsis: Adelaide Wilson es una mujer que vuelve al hogar de su infancia en la costa junto a su marido, Gabe y sus dos hijos para una idílica escapada veraniega. Después de un tenso día en la playa con sus amigos, Adelaide y su familia vuelven a la casa donde están pasando las vacaciones. Cuando cae la noche, los Wilson descubren la silueta de cuatro figuras cogidas de la mano y en pie delante de la vivienda. "Nosotros" enfrenta a una entrañable familia estadounidense a un enemigo tan insólito como aterrador: una versión maléfica de ellos mismos. (FILMAFFINITY)
El neoyorquino Jordan Peele (tan solo 40 añitos, productor, guionista, director y actor) consiguió sorprenderme a mí y parece que a muchos más con su debut tras las cámaras hace tan solo dos años bajo la égida de la floreciente, próspera, imaginativa y creativa Blumhouse Productions, fundada por Jason Blum justo en el año 2000 y cuya especialidad es el cine de terror y escalofrío en múltiples variantes. En esta ocasión no me voy a detener demasiado en ponderar las muchas virtudes de esta verdadera marca de fábrica, pues ya lo he hecho en varias ocasiones con motivo del estreno de varias de sus –en un amplio porcentaje- atinadas propuestas.
Todavía en cartel pueden disfrutar de una de las últimas producciones salidas de la factoría, la entretenidísima y meritoria secuela de FELIZ DÍA DE TU MUERTE.
El caso es que aquel primer título, GET OUT, o DÉJAME SALIR en español, supuso el descubrimiento en esa faceta de todo un renovador de estas historias de corte entre divertidamente siniestro y aterrador no limitándose esto al simple sobresalto, a la que dotaba de un discurso político y una carga social de considerable tonelaje.
Estas cualidades pueden perfectamente aplicarse a este su segundo y magistral trabajo, NOSOTROS (US en el original), sobre el que por momentos parece extenderse la sombra de la obra maestra del fantástico LA INVASIÓN DE LOS LADRONES DE CUERPOS.
Pero, aunque su eco sea patente, aquí la cuestión va por otros derroteros. Amparándose en la figura literaria fantasmagórica del maligno doppelgänger vuelve a elaborar una sutil y sugerente invocación igual o si me apuran más explosivo que la articulada en aquella brillantísima opera prima.
Y si en esta ponía en solfa esa supuesta reconciliación entre negros y blancos, en esta ocasión a lo que apela es a mostrar una sociedad, la estadounidense, quebrada.
Vuelve a poner en liza una parábola política con muchísima carga de profundidad y, también, es conveniente precisarlo, en la que en su entramado argumental tal vez no encuentren respuestas a algunas preguntas, aunque, tal vez, requiera que la reposen en su cabeza. Esto que acabo de comentar bien pudiera generar rechazo por ampuloso, afectado o petulante, pero ni mucho menos es así
Inquietante en todo momento, desde el primer minuto hasta el final, garantiza inquietud, desasosiego, intranquilidad, sorpresa, miedo no exactamente de conmociones sino basado en el más y mejor destilado suspense psicológico, con unas buenas gotas de “slasher” de altos vuelos (¡qué manera de utilizar el GOOD VIBRATIONS de los míticos Beach Boys) y, por tanto, violencia.
Es un ejercicio brillante que de alguna manera alude al pasado y a la opresión en la que se ha desenvuelto en varias de sus capas un país con miedo al otro, al diferente y al que el hecho de mostrarse tantas veces desconocedor de la realidad, no le exime de culpa. Esa es la “tesis” que creo intuir y que, en una película de estas características, tan abierta a lecturas, podría ser una de las muchas interpretaciones que se puedan hacer sobre la misma.
No hace falta en cualquier caso ponerse muy propio intelectualmente. El trabajo de Peele, apoyada en una extraordinaria interpretación de Lupita Nyong´o acumula méritos abundantes para ser disfrutado como un ejercicio singular, original y atrapante de puro y genuino horror.
Encima, ese carácter permanentemente siniestro y pavoroso imprimido le otorga un estilo especial, personalísimo, capaz de contentar al espectador más básico y al más sesudo, pudiendo finalmente satisfacer a ambos por igual. También es cierto que puede generar deserciones o decepciones en quien espere la típica película de sustos sin más. No necesita tirar de ellos, pues el estremecimiento que contiene es deudor del mejor de los delirios no necesitados de excesivos golpes de efecto.
José Luis Vázquez