miercoles, 24 de abril

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Estreno en Royal City

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Juego de pijamas ()

Director: Stanley Donen y George Abbott

Intérpretes: Doris Day, John Raitt, Carol Haney, Eddie Foy Jr., Reta Shaw, Barbara Nichols, Thelma Pelish, Jack Straw, Ralph Dunn, Owen Martin

Sinopsis: Bebe Williams (Doris Day), que trabaja en una fábrica de pijamas, es enviada por sus compañeros a negociar un incremento salarial. Con lo que no contaba era con enamorarse del atractivo superintendente Sid Sorokin (John Raitt), lo que complicará la negociación. Musical basado en un gran éxito de Broadway, con coreografías de Bob Fosse. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

No es fácil mezclar en un mismo argumento cuestiones laborales, reivindicaciones salariales, amoríos, bailes y diversión, todo ello bajo un reluciente barniz de festiva, jocosa comedia musical… y salir del envite no solo indemne, sino del todo airoso. Este clásico indiscutible aseguro que lo consigue.

Pero en el galáctico Hollywood de los 50 no solo esto era posible, incluso muchísimo más, cualquier mescolanza de géneros podía dar como resultado algo redondo o francamente especial.

Esta producción, además, sirve para ratificar el enorme talento de dos personalidades poderosas de la industria, el genial y recientemente desaparecido Stanley Donen y la maravillosa, extraordinaria, –recién cumplidos los 97 años, cuando escribo esta reseña, este pasado 2 de abril- Doris Day. Ambos, figuras referenciales, ineludibles, tanto de la comedia como del musical. Y quede también claro que cuando tuvieron que hacer drama, respondieron como los mejores (LA ESCALERA en el caso del primero o EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO o UN GRITO EN LA NIEBLA en la de la segunda, entre otros varios ejemplos).

Inédita en su momento en las salas españolas, Televisión Española la estrenaría a comienzos de los 80 para gozo y deleite de quienes nos consideramos amantes incondicionales de ese irrepetible cine norteamericano de la época.

Constituyó el primero de los dos trabajos que en la segunda mitad de los 50 rodaron al alimón Donen –que había iniciado a lo grande y también de esta manera –en tándem- su carrera, en este caso con su amigo y genial bailarín Gene Kelly- y George Abbott (también fue productor y dramaturgo, fallecería en1995 en Florida a la respetabilísima edad de 107 años, sin duda una de las personalidades más longevas que haya dado la profesión).

Al año siguiente de esta, en 1958, llevarían a cabo su segunda colaboración en la no menos esplendorosa MALDITOS YANQUIS. Tampoco estrenada por estos lares y de nuevo vuelta a recuperar gracias a TVE (hoy en día esta terminología tal vez suene a mandarín a muchos, dada la fácil disponibilidad de la que se dispone a través de las nuevas tecnologías de cualquier película de todo tiempo y lugar).

Yendo a apartados concretos, destacar la fotografía luminosa en exteriores diurnos a cargo de Harry Stradling, quien otorga un envoltorio perfecto a los propósitos de sus autores.

Por otra parte, las canciones (obra de Richard Adler y Jerry Ross) y los chispeantes números musicales no tienen desperdicio ni uno solo, o hablando más rotundamente, resultan memorables. Especialmente el original y popularísimo HERNANDO´S HIDE AWAY. Seguro que cuanto menos puede que suene a bastantes.

Y quede claro, que los bailes no resultan una rémora, sino que contribuyen a agilizar la trama, la acción, mediante un dinámico y agilísimo ritmo.

Atentos igualmente a las coreografías de Bob Fosse (CABARET, NOCHES EN LA CIUDAD, ALL THAT JAZZ), tan personales y rompedoras como solía ser norma en él y, curiosamente, a la par muy “donenianas”, pues algún instante remite ineludiblemente a su previa SIETE NOVIAS PARA SIETE HERMANOS.

O a todas las apariciones de la menudita, feúcha y elástica –igualmente, coreógrafa de justificado prestigio- Carol Haney (es Gladys), capaz de robar escenas a quien se le pusiera por delante. Fallecería por diabetes y neumonía a la precoz edad de 39 años, siete después de este trabajo.

Day está adorable anticipando un “look pijamístico” que volvería a mostrar en la década siguiente en esa gran comedia que es PIJAMA PARA DOS, protagonizada con su empática e incondicional pareja de bromas Rock Hudson.

Curiosamente, salvo ella, es un reparto de nombres no demasiados conocidos para el gran público, pero de una calidad enorme y contrastada, como se puede comprobar.

Pero cualidades técnicas aparte, lo que me supone fundamentalmente JUEGO DE PIJAMAS (THE PAJAMA GAME) es un subidón de alegría, de felicidad, de vitalidad plena.

Incomprensiblemente caída en el olvido, incluso cuando ahora se ha glosado la filmografía de Donen con motivo de su fallecimiento, es una ocasión tan buena como cualquier otra para poder descubrir esta verdadera gema que transmite alegría de vivir.

José Luis Vázquez