martes, 27 de mayo
martes, 27 de mayo
Director: Stephen Susco
Intérpretes: Colin Woodell, Andrew Lees, Stephanie Nogueras, Connor Del Rio, Savira Windyani
Sinopsis: Un veinteañero encuentra archivos escondidos en la memoria caché de su nuevo ordenador, lo que le lleva al fondo de la Dark Web. De los creadores de 'Unfriended', este thriller ocurre en tiempo real a través de la pantalla del ordenador. Un aviso para la era digital. (FILMAFFINITY)
Emparenta, salvando las distancias claro, con un título visto en este 2018 a punto de extinguirse, el notable “thriller” informático SEARCHING.
Puestos a elegir prefiero el citado y estrenado hace unos meses, todo un “tour de force” nada gratuito ni auto complaciente. Este, como diría la canción de María del Monte, se encuentra a la sombra de los pinos, pero no seré yo ni mucho menos quien lo desdeñe. Tiene sus puntos, no aburre y consigue captar la atención durante su amena media hora.
Tal vez de no haber surgido el citado antecedente, tal vez la consideración habría subido un punto o escalón. De esta manera se queda en un aprobado respetable.
De nuevo se nos vuelve a alertar sobre los peligros de las redes sociales, de las nuevas tecnologías, aquí de manera tal vez más alarmista, excesiva e “inverosímil” que respecto a SEARCHING. Incluso se permite adentrarse en su último tramo en algo que ya había sido insinuado e incluso mostrado a lo largo de su trama, en el “slasher”, eso sí, un tanto tímida o atenuadamente y sin cargar demasiado las tintas. Lo justito para provocar algún sustillo.
Tiene su mérito que valore y reivindique este tipo de policíacos informáticos, cibernéticos o como diantres se les quiera denominar, pues quien esto escribe carece de WhatsApp, Facebook, Twitter, Instragram y otros sucedáneos o derivados. Tan solo mantengo mi conexión con el exterior mediante un móvil de lo más primario y el necesario -para mi trabajo- email. Y no hago esta afirmación sin pretender en modo alguno jactarme de ello, sino como constatación de una realidad y como una necesaria defensa para preservar mi naturaleza huidiza de los compromisos permanentes y de localizaciones que me suelen resultar francamente latosas, molestas.
El caso es que ello no me resulta inconveniente para poder apreciar, e incluso paladear estas nuevas y parece que ya definitivamente instaladas nuevas tendencias cinematográficas. Lo único que pido es que no se abuse de este subgénero, pues es fácil que pueda caer en el mecanicismo, en la rutina argumental y en los lugares comunes. Dos títulos por este curso no está mal, no sé si añadir más no acabaría resultando agotador. En fin, lo de siempre, si muestran unos mínimos de calidad como estos dos ejemplares surgidos, es obvio que no ha lugar para poner límites.
De actores, directores y equipo técnico carezco de información –es otro de esos días que me da pereza buscar información en la red-, pero siempre que proceden de una cinematografía tan poderosa como la norteamericana, les concedo en principio, tal como demuestran, voto de confianza profesional. Ni más ni menos.
Distraidilla y en algunos momentos inquietante.
José Luis Vázquez
