miercoles, 16 de julio

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Estreno en Royal City

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Malos tiempos en El Royale ()

Director: Drew Goddard

Intérpretes: Chris Hemsworth, Jeff Bridges, Cynthia Erivo, Dakota Johnson, Jon Hamm, Cailee Spaeny, Lewis Pullman, Jonathan Whitesell, Nick Offerman, Mark O'Brien, Manny Jacinto, Bethany Brown, Sarah Smyth, Hannah Zirke, Sophia Lauchlin Hirt, John Specogna, Austin Abell, Minn Vo, Vincent Washington, James Quach, Billy Wickman

Sinopsis: Siete desconocidos, cada uno con un secreto, se reúnen en el hotel El Royale, en el lago Tahoe, un sitio ruinoso con un oscuro pasado. En el transcurso de una fatídica noche, todos tendrán una última oportunidad de redención ... antes de que todo se vaya al infierno. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Empiezo a repasar mentalmente las virtudes de este “thriller” salvaje y absorbente, y me doy cuenta que son abundantes. Comenzando por su legítimo embadurne a lo Quentin Tarantino –bien podría ser considerado el mejor homenaje realizado hasta la fecha al cine del de Tennessee- y concretamente de su último aportación estrenada hasta la fecha, LOS ODIOSOS OCHO, solo que cambiando como marco ambiental el fonducho de aquel divertido y también salvaje western por el vestíbulo y unas cuantas habitaciones de un lujoso hotel a la baja, parece ser que inspirado en el que compraran –y otorgara mala fama- Frank Sinatra y Dean Martin, el Cal Neva. Y esta comparativa no es gratuita, pues su acción transcurre por aquél tiempo, durante una tarde y noche de 1969.

La fecha, no es gratuita, sirve a su guionista y director para exponer de fondo –de ahí que me parezcan injustas las críticas que le han echado en cara hacer tan solo, como si ello ya fuera poco, un ejercicio virtuoso sin más, sin contenido- una visión bastante crítica de lo que sucedía (Nixon, Hoover, senador Kennedy, Vietnam, hippies, sectas lobotomizadoras) en esa sociedad estadounidense de una movidas década de los 60 a punto de extinguirse y la bullente de los 70 ya en ciernes.

Llegado a este punto, considero obligado detenerme un poco en la trayectoria y estilo de su máximo hacedor, el tejano –de Houston- Drew Goddard, guionista y productor también. Y aunque no es que lleve todavía una carrera muy extensa, sí es en cambio puedo afirmar que es ya de lo más plausible y lustrosa. En el primer apartado ha firmado los textos de las verdaderamente relevantes MONSTRUOSO, GUERRA MUNDIAL Z y MARTE. En el segundo, se hizo cargo de avalar CALLE CLOVERFIELD 10 o la ya mítica serie LOST (PERDIDOS).

Como pueden comprobar, se mueve generalmente en ambientes fantásticos con ramalazos pavorosos y noir. Aquí se centra exclusivamente en estos últimos y aleja cualquier atisbo de los primeros, aunque casi como tal se podrían definir a sus personajes.

De hecho, su primer trabajo tras las cámaras (este es el segundo), firmado en 2011, fue LA CABAÑA EN EL BOSQUE, peculiarísima y espeluznante historia ambientada tal y como indica su título en una cabaña situada en un remoto bosque –y no cuento más por si todavía no la han visto-, lo que acaba dando paso a un ejercicio de terror moderno, deconstructivo y “kubikiano”. Su primera hora me pareció excelente, pero la parte final acababa resultando un tanto fallera. En cualquier caso, constituyó una producción atípica y con personalidad en el panorama del Hollywood coetáneo de esta segunda década del siglo XXI.

Y aunque sea un tanto precipitado definir su obra, hay una serie de puntos comunes que suelen repetirse. Como un sentido de la violencia explosivo, instantáneo, que pilla en algunos momentos por sorpresa. También hace gala de un sentido visual francamente apabullante. Y maneja el tiempo, el espacio (es admirable como se mueve por escenarios amplios, pero a la vez reducidos, apenas cuatro o cinco decorados) y los encuadres de manera magistral (ese filmar algunas escenas desde diferentes focos, cambiando el punto de vista, alguno de sus planos secuencias son formidables). Los giros inesperados y las vueltas de tuerca son otra de sus constantes, de su marca de fábrica.

Aporta además algún elemento humorístico que ni mucho menos quiebra mandíbulas, pero sí es de una eficaz invectiva e ironía, como el hecho de que el hotel, su “hall”, se encuentre situado en la línea divisoria entre los estados de California y Nevada.

Me gusta muchísimo esa atmósfera decadente y enfermiza que consigue.

Y su descripción de personajes, ese juego de falsas apariencias que gasta, no tiene desperdicio alguno. Muestra una galería, un abanico estrafalario cuanto menos, que abarca desde perdedores a zumbados, pasando por enigmáticos o brutales.

Precisamente este apartado es otro de los aspectos más brillantes esgrimidos. Inicialmente quienes llevan el peso es un cuarteto de oro –un siempre excelente Jeff Bridges, una extraordinaria Cynthia Erivo, el inefable Jon Hamm y una aguerrida Dakota Johnson- que pasa a derivar en póquer y al que se suma alguna que otra carta más que conviene no desvelar, aunque repasando el reparto pueden informarse de las manos a jugar. Por cierto, el botones (Lewis Pullman) es una mezcla de los aparecidos en FOUR ROOMS y EL GRAN HOTEL BUDAPEST.

No le va a la zaga una estimulante ambientación retro (lograron reunir 24 máquinas tragaperras y jukebox de la época) y una potente banda sonora de “hits” del momento (con temazos de nombres tan representativos como The Isley Brothers (THIS OLD HEART OF MINE), The Mamas & the Papas (TWELVE THIRTY), Four Tops (I GOT A FEELING y BERNADETTE), The Four Preps (26 MILES-SANTA CATALINA-), Frankie Vallie (CAN´T TAKE MY EYES OF YOU), The Box Tops (THE LETTER), The Supremes, Deep Purple (HUSH), The Crystals (HE´S SURE THE BOY I LOVE), Tommy Roe (BABY, I LOVE YOU), The American Breed (BEND ME, SHAPE ME) o Edwin Starr (TWENTY FIVE MILES) entre otros), dentro de la cual está incluida la formidable voz de la anteriormente citada Erivo que se luce en varias interpretaciones (qué maravilla esa referencial UNCHAINED MELODY o el YOU CAN´T HURRY LOVE).

De lo más placentera. Sus 140 minutos ni pesan ni se notan en instante alguno.    

José Luis Vázquez