Director: David Greene
Intérpretes: Gig Young, Carol Lynley, Oliver Reed, Flora Robson, Judith Arthy, Rick Jones, Ann Bell, William Devlin, Charles Lloyd Pack, Bernard Kay, Celia Hewitt
Sinopsis: A una pequeña población de Nueva Inglaterra, Dunwich, llega un matrimonio, quien habrá de hacer frente a un misterio que rodea el pasado de Susan, así como algo misterioso que mora en el granero de la finca, y que ataca a los visitantes que allí se aproximan. (FILMAFFINITY)
No creo que resulte disparatado afirmar, un tanto cogido por los pelos eso sí (lo admito), que ¿POR QUÉ LLORAS, SUSAN? (THE SHUTTERED ROOM… traducida literalmente como LA HABITACIÓN CERRADA, nada que ver pues con su despistante y ridículo título español) bien podría ser considerada una precursora –con cuatro años de anticipación- de PERROS DE PAJA. Sin cuentas no cerradas ni “violación” por medio.
Y no por el hecho de que ambas transcurran en la campiña, más bien en una apartada zona rural de Inglaterra la segunda (aquí reciclada para la ocasión en la estadounidense Nueva Inglaterra), en una comunidad cerrada, sino en el hecho de esa tensión sexual/violencia latente en todo momento que muestra alguno de sus moradores hacia la mujer de una pareja de ajenos al lugar.
La irrupción de estos en sus vidas saca a la luz secretos, como es el caso, no resueltos o destapados, maldiciones familiares, inquietantes molinos o turbios elementos del pasado. No se olvide un dato muy importante, estamos ante una adaptación de un cuento de August Derleth según ideas del lóbrego, siniestro y apasionante escritor norteamericano H. P. Lovecraft. Tal vez no tan conocido este referente como otros suyos (con el denominador DUNWICH, el nombre de la localidad, como reclamo), pero que les puedo asegurar que no decepciona en absoluto. Y, es más, sin necesidad de apelar a su habitual marca de fábrica, de eso que se dio en denominar horror cósmico o preternatural. Contemplar una foto suya, y lo digo desde el más absoluto respeto, es casi entender el imaginativo, desaforado y horripilante –fue un innovador del terror y la ciencia-ficción- mundo que recreó en su literatura.
De hecho, bien podría ser presentado como un típico e impecable relato de suspense a la manera “british”.
Fue considerable el impacto que me causó su primer visionado, supongo que fue debido a haberla visto a una edad muy temprana -14 primaveras- y en una España aperturista que despertaba a muchas cosas tras la muerte del dictador Franco. Y vuelva a constar en acta que ello fue posible gracias a aquellas formidables programaciones cinematográficas de Televisión Española.
Concretamente la vi el 24 de junio de 1976. El mismo fabuloso año en el que gracias al mismo conducto pude descubrir las extraordinarias ¿QUÉ SUCEDIÓ ENTONCES? (la tercera, mejor y magistral entrega de la serie del doctor Quatermass), EL RETRATO DE DORIAN GRAY (en versión fastuosa de Albert Lewin), la impresionante EL CEBO (el mejor policíaco de la historia del cine español junto a LA ISLA MÍNIMA), SIERRA MALDITA (de un Antonio del Amo todavía en aceite de oliva virgen), la impresionante EL ÚLTIMO VALLE (una de mis Top Ten desde ese momento… y no se ha movido jamás de ese reconocimiento, anda mejor se ha filmado hasta la fecha sobre la Guerra de los 30 años… y si me apuran sobre la condición humana, el fanatismo, la intolerancia), dos preciosidades hoy en día olvidadas como TRIGO Y ESMERALDA y MILAGRO BAJO LA LLUVIA, la perturbadora y colorista LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA, SUEÑOS DE JUVENTUD (protagonizada por una adorable y muy jovencita Katharine Hepburn), el fenomenal noir FUERZA BRUTA, la intrigante CAMINOS SECRETOS, EL CUARTO MANDAMIENTO (mi favorita de Orson Welles junto a SED DE MAL, el poderoso thriller CIUDAD EN SOMBRAS con un jovencísimo Charlton Heston, la fascinante historia de amor en tan solo 48 horas EL RELOJ, LA DAMA DE SHANGHAI y CAMPANADAS A MEDIANOCHE), ¿Y AHORA, QUÉ? (la primera entrega de la apasionante trilogía alemana de Frank Borzage), la inclasificable y sensacional LA MUERTE DE VACACIONES, ese precioso musical de Coppola que responde al nombre de EL VALLE DEL ARCO IRIS, ÁNGELES SIN BRILLO (un Douglas Sirk genial y desolador en blanco y negro), esa obra maestra sobre la locura titulada LILITH, la imprescindible EL BUSCAVIDAS (estas dos últimas con la firma de Robert Rossen) o tantísimas otras. Verdaderos regalazos para un mozalbete ya desangrado de cinefilia por todos sus costados.
En cualquier caso, es un trabajo repleto de intriga y suspense, climático y con alguna escena –la que más me perturbó es aquella en que la preciosa Carol Lynley se quita coaccionada el sujetador mientras da la espalda a la cámara… no desvelaré más- demostrativa de que no hace falta ser demasiado explícito, basta tan solo con sugerir –un determinado vestido, una falda- para resultar sensual y sugerente.
Le vuelve a sentar muy bien a un proyecto de estas características ese maridaje, esa mezcla de producción estadounidense y británica. Ya he mencionado a la norteamericana Lynley, su consorte –el siempre espléndido Gig Young- es de idéntica procedencia. Ambos se encuentran rodeados de una impecable caterva de secundarios de las Islas, encabezados por el turbio, torvo y ya mencionado Reed y una espléndida Flora Robson.
La desazón, el desasosiego que transmite en todo momento, resulta admirable. Y, además, insinúa la posibilidad de elementos fantásticos que la enriquecen aún más.
Creo que ha sido siempre una película demasiado postergada y olvidada, algo que me parece francamente injusto. Es una buena ocasión para que ustedes juzguen si mis elogios les parecen desmesurados, pero les puedo asegurar que la he devorado cuatro veces en mi vida y siempre me ha encantado. Por supuesto, el factor sorpresa, la aclaración del enigma se pierde ante cada nuevo visionado, pero es que esta propuesta es algo mucho más que un magnífico ejercicio de suspense, lo cual ya no es de por sí poco.
Extraordinaria.
José Luis Vázquez