miercoles, 6 de agosto

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Estreno en Royal City

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir crítica

Terror en Amityville ()

Director: Stuart Rosenberg

Intérpretes: James Brolin, Margot Kidder, Rod Steiger, Don Stroud, Murray Hamilton, John Larch, Nitasha Ryan, K.C. Martel, Meeno Peluce, Michael Sacks, Helen Shaver, Amy Wright

Sinopsis: Una familia americana se instala en una mansión a pesar de saber que allí, unos años antes, tuvo lugar una sangrienta tragedia. George, Kathy y los niños pronto detectan la presencia de unos seres maléficos. Horrorizados e impotentes ante tal situación, acaban buscando la ayuda de un peculiar sacerdote, el padre Delaney.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Puede que el renacer, esa nueva edad de oro que está viviendo el género de terror en este final de la década de los diez del siglo XXI, le siente bien a la hora de revisar o recuperar un clásico de hace cuatro decenios como TERROR EN AMITYVILLE.

Digo esto porque esta producción estadounidense es deudora de aquel cine setentero en el que fuera concebida, caracterizado más por la sugerencia y el no mostrar en exceso que por lo obvio y la explicitud excesiva.

Pero situémonos y acudamos a antecedentes en los que se sustenta la historia aquí narrada. 14 de noviembre de 1974 en un edificio de tres pisos ubicado en el 111 de Ocean Avenue del poblado neoyorquino de Amityville. El hijo mayor de la familia DeFeo –ni que el apellido fuera premonitorio… esta apreciación por supuesto es personal, de cosecha propia-, Ronnie, de 23 primaveras, asesina a sus padres y a sus cuatro hermanos menores. Todos aparecieron yaciendo boca abajo, con disparos en la cabeza y sobre sus brazos en forma de cruz.

Tan solo un año después, la familia Lutz compraría la casa para vivir en ella. Los componentes de la misma comienzan a experimentar hechos extraños. Vivieron tres semanas verdaderamente pesadillescas. Así comienza la leyenda de Amityville.

Cuatro más tarde, en 1979, bajo el auspicio de American International Pictures el siempre sólido y en tantas ocasiones excelente cineasta estadounidense Stuart Rosenberg (el director casi por antonomasia de las cárceles… LA LEYENDA DEL INDOMABLE y BRUBAKER así lo atestiguan, o de otros varios destacables trabajos que lo avalan como CON EL AGUA AL CUELLO de nuevo con el que sería su actor fetiche Paul Newman, LOCOS DE ABRIL, SAN FRANCISCO CIUDAD DESNUDA o LOS INDESEABLES), un profesional seguro, que nunca fallaba, sería el elegido para recrear estos últimos hechos.

Lo hizo con aplomo, tensión psicológica, capacidad climática, sin tener que recurrir a la hemoglobina y siguiendo parámetros propios de ese cine setentero en el que transcurriría una buena y brillante parte de su carrera (se había desenvuelto en los sesenta y solo se extendería hasta mediados de los ochenta). Ello teniendo en cuenta como referentes antecedentes gloriosos de muy poco antes como AL FINAL DE LA ESCALERA, PESADILLA DIABÓLICA o LA LEYENDA DE LA MANSIÓN DEL INFIERNO (todos estos mencionados participan de idéntico nutriente temático… mansiones encantadas). Y anticipándose de alguna manera a las inmediatas POLTERGEIST y EL RESPLANDOR. Y tal y como señalaba al comienzo de esta reseña, mostrándose sobre todo más sugerente que evidente.

Sin renunciar a escenas típicas de la materia, supongo que pretendió ser más “científico” que exhibicionista o efectista. Su intención tal vez fuera limitarse más rigurosamente a los hechos que hacer excesivo espectáculo fantasioso con los mismos. Sin que por ello renuncie a algunos momentos característicos de este tipo de historias, eso sí, convenientemente dosificados. Así que los que esperen emociones fuertes, podrían sentirse un tanto defraudados.

Por ponerles otro ejemplo, algo parecido a lo que había hecho poco antes el genial y veterano Robert Wise con el tema de las reencarnaciones en LAS DOS VIDAS DE AUDREY ROSE. Ese mismo estilo sobrio, desprovisto de florituras, casi más propio del “thriller” que del puro horror.

Lo que sí da verdadero miedo es la desasosegante y angustiosa banda sonora –justamente nominada al Óscar- de Lalo Schifrin, una verdadera amenaza en todo momento.

Brillante resulta también la fotografía de tonos sombreados de Fred J. Koenekamp.

Yo debo confesarles que no solo me encanta esta manera de contar las cosas, sino que me gusta especialmente mucho esta primera versión de una saga –y “remake”- que irían degenerando progresivamente.

Aprovecho la ocasión para recordar a sus tres intérpretes principales y a otro que también podría ser así denominado, la joven Natasha Ryan, la cual se acaba convirtiendo en el personaje más perturbador del elenco. Me refiero al matrimonio protagonista, el seguro y efectivo James Brolin (antes de protagonizar la popular serie HOTEL) y a la recientemente desaparecida y entrañable Margot Kidder, la novia de Superman y más cosas, aquí tal vez un pelín sobreactuada. El tercero en discordia es el ya mítico Rod Steiger (EN EL CALOR DE LA NOCHE, YUMA, LA LEY DEL SILENCIO, DOCTOR ZHIVAGO), como una especie de trasunto del padre Karras de la sensacional EL EXORCISTA. Cada vez que lo evoco asociado a esta película, no puedo evitar asociarlo con moscas. Ya entenderán por qué cuando la vean.

No quiero tampoco dejar de citar a otros buenos característicos como Don Stroud o Murray Hamilton (en el papel del otro sacerdote que aparece en escena).

Fue muy taquillera en su momento, aunque la crítica la trató con bastante desdén, pero merece con creces que le concedan una oportunidad salvo que sean obsesos exclusivos del “slasher” sin otras opciones o derivdados.

Un gran referente.

 

José Luis Vázquez