sábado, 7 de junio

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Estreno en Royal City

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Director: Peter Bogdanovich

Intérpretes: Cher, Eric Stoltz, Sam Elliott, Richard Dysart, Laura Dern, Harry Carey Jr., Nick Cassavetes

Sinopsis: Rocky es un chico que sufre una grave enfermedad que le ha producido una terrible deformación del cráneo, lo que le da un aspecto monstruoso. A pesar de ello, es muy inteligente y cariñoso. Su madre (Cher), que lo protege en exceso, es una mujer con un estilo de vida muy poco convencional, pero está dispuesta a conseguir por todos los medios que su hijo tenga las mismas oportunidades que cualquier otra persona. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Comencé de una manera profesional en esto de la crítica de películas en las primeras estribaciones de 1984, colaborando en Antena 3 Radio y en el -justamente proclamado Ciudadano Ejemplar- diario Lanza, el periódico decano de la provincia. Un año después escribía también mis primeros artículos en la revista Mancha de la Diputación ciudadrealeña. Fue aquí donde comencé a elaborar mis primeros listados de los mejores estrenos de cada temporada.

En aquella primera terna creo recordar que entre mis 20 favoritos incluí CALLES DE FUEGO, GREMLINS, LOS GOONIES, LADY HALCÓN, ERASE UNA VEZ EN AMÉRICA o INDIANA JONES Y EL TEMPLO MALDITO. Un par de años antes ya había seleccionado mentalmente tres incontestables, BLADE RUNNER, EL PRECIO DEL PODER o E. T. EL EXTRATERRESTRE. Y traigo a colación otros dos más de 1986, CUENTA CONMIGO y LOS INTOCABLES DE ELIOT NESS. Tiro de memoria, la cual últimamente me puede traicionar. Tendría que añadir decenas de títulos más, aunque no es cuestión abrumarles.

Otro que también estuvo presente entre mis favoritos desde el mismo momento que lo contemplé y que ahora aquí me ocupa sería MÁSCARA de Peter Bogdanovich. Deudor de una obra maestra de 1980, EL HOMBRE ELEFANTE de David Lynch que, aunque nada tiene que ver ni en lo estilístico ni tan siquiera en la fotografía en blanco y negro con aquella, sí tienen como punto de unión su denuncia de la discriminación a quien la naturaleza ha otorgado alguna deformación física, la acromegalia en este caso (una enfermedad crónica que se caracteriza por un aumento de alguno de los rasgos del ser humano, la cara en este caso… disculpen la inexactitud de la definición al no ser experto en estos asuntos), la neurofibromatosis en aquél otro.

Lo llevado a cabo por el director en esta verdadera maravilla lo hizo desde un punto de vista ejemplarmente contenido y nada sensacionalista. Como bien señala el colega Luis Martínez, “evita el melodrama con pudor y respeto”.

Bogdanovich, no se olvide, ha sido y sigue siendo (ahora mucho más espaciadamente y en peores condiciones económicas, de parné vamos) amén de un cinéfilo ejemplar, un cineasta mayúsculo, en algunos momentos –THE LAST PICTURE SHOW, LUNA DE PAPEL, ¿QUÉ ME PASA, DOCTOR?, SAINT JACK- descomunal.

Curiosa, paradójicamente, MÁSCARA tal vez supuso en su carrera el punto de inflexión que le condujo a una paulatina pérdida de confianza de productores y espectadores. De estos ejemplos hay muchos en la historia del cine, en la del hollywoodiense en particular, algo que en tantas ocasiones me ha resultado incomprensible (él en concreto, todavía regalaría “delicatesen” como la encantadora -supondría la "despedida" del cine como actriz principal de mi adorada Audrey Hepburn- TODOS RIERON, TEXASVILLE, ¡QUÉ RUINA DE FUNCIÓN! o ESA COSA LLAMADA AMOR, incluso las relativamente recientes EL MAULLIDO DEL GATO y LÍO EN BROADWAY).

El caso es que manejando un reparto perfectamente medido (nada que ver lo que hace Cher con sus a veces divertidos divismos, no se olvide que por aquellas fechas sería la protagonista de la preciosa comedia romántica HECHIZO DE LUNA con Nicolas Cage), Bogdanovich consigue, al menos conmigo, sumergirme en una historia de lo más delicada a base de grandes dosis de tacto y sensibilidad.

Entiendo perfectamente al chaval, Rocky, en su nada llorona desolación y en el humor con el que encara su nada fácil situación (me gusta mucho lo de las chinchetas que va clavando en el mapa). Me encanta esa chica afectuosa y comprensiva, encarnada por una todavía pipiola Laura Dern. Me resultan admirables esa madre luchadora, corajuda, protectora sin empacho y su pareja, un fenomenal Sam Elliott, un “macarruzo” receptivo, con corazón.

La película, basada en hechos reales, respira en general un buen rollo nada afectado, ni ñoño, ni sensiblero. Habla de lo peor y, sobre todo, lo mejor de nosotros mismos. Es bonita de las de verdad, de las que no tiene que apelar a golpes bajos para llegar al corazón. Lógicamente, es inevitable que algunos de sus pasajes se vean salpicados de un sentimentalismo perfectamente comprensible.

Obtuvo tan solo un Oscar, previsible y merecido, al maquillaje. Cher fue premiada en el Festival de Cannes como mejor actriz, e incluso estuvo en un tris de conseguir la Palma de Oro. Pero por encima de reconocimientos o anécdotas de premios, es de las que pasan los años y ahí están, ahí han quedado para gozo de nuevas generaciones que puedan descubrirla.

Y aunque no suelo ser precisamente afecto a los manuales de auto ayuda, sin por ello cuestionar que no puedan servir para algo, si tuviera que recomendar algo para afrontar situaciones complicadas en la vida, MÁSCARA estaría sin duda entre las mismas. Y MEJOR IMPOSIBLE, DESPERTARES, PATCH ADAMS, la anteriormente citada EL HOMBRE ELEFANTE, EL DOCTOR y tantísimas más. Entre otras razones porque su pretensión no es dar la brasa ni la moralina, tan solo mostrar ciertas actitudes para encarar la vida con toneladas de talento y gracia.

Pura y genuina representación de la heroicidad cotidiana.

José Luis Vázquez