viernes, 26 de abril

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Estreno en Royal City

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El orgullo de los Yanquis ()

Director: Sam Wood

Intérpretes: Gary Cooper, Teresa Wright, Babe Ruth, Walter Brennan, Dan Duryea, Elsa Janssen, Ludwig Stössel, Virginia Gilmore, Bill Dickey, Ernie Adams, Pierre Watkin, Harry Harvey, Bob Meusel, Mark Koenig, Bill Stern, Addison Richards, Hardie Albright, Edward Fielding, George Lessey

Sinopsis: Biopic sobre Lou Gehrig, un legendario jugador profesional de béisbol norteamericano, al que, después de jugar muchos años sin perderse ni un solo partido, le diagnosticaron de repente una misteriosa enfermedad. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Es de lo más completita, pues no se limita solamente a repasar la vida profesional de su protagonista, Lou Gehrig, el mítico jugador del equipo de béisbol de los Yankees, sino que se convierte en un retrato conmovedor sobre su vida más personal.

Se rodó justo un año después de su prematuro -tan solo 37 años- fallecimiento debido a una terrible y progresiva enfermedad, la esclerosis lateral amiotrófica, constituyendo un sentido y bellísimo homenaje a su figura y, sobre todo, al ser humano. Se contó para encarnarlo con un intérprete excepcional, Gary Cooper que, aunque no muestra demasiado garbo o destreza a la hora de pasearse por el terreno del juego, muestra todos sus recursos a la hora de transmitir emociones en estado puro y sentimientos.

Le secunda como pareja una adorable, jovencísima y gran actriz, Teresa Wright (LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA, HECHIZO, LA SOMBRA DE UNA DUDA). Su primer encuentro ficticio, puede que también real, se produce cuando ésta asiste como espectadora con su padre, el rey de las salchichas, a un partido en Chicago, en el que Cooper/Gehrig sale a jugar por primera vez y resbala al tropezar con unos bates. Torpeza que le vale un sonoro “pies planos” por parte de la que luego sería el gran amor de su vida.

A su alrededor, hace un papel, interpretándose a sí mismo, el que fuera su compañero de equipo y también legendaria estrella, Babe Ruth, o el secundario más laureado de la historia del cine, el sensacional Walter Brennan, como amigo, periodista y mentor suyo. Y así, toda una extensa relación de enormes característicos: Dan Duryea, Elsa Janssen y Ludwig Stössel (sus padres), Virginia Gilmore...

Sam Wood, el mismo que firmara una buena parte de LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ no acreditada, o el responsable de otras maravillas como POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS, UNA NOCHE EN LA ÓPERA (mi película favorita de los Marx junto a SOPA DE GANSO), KINGS ROW/ABISMO DE PASIÓN, ESPEJISMO DE AMOR, SINFONÍA DE LA VIDA, la igualmente sublime ADIÓS, MR. CHIPS, CABALLERO Y LADRÓN, ABISMOS o CASANOVA BROWN (de nuevo con idéntica pareja protagonista Cooper/Wright, dos años posterior a la aquí reseñada).

Fue un considerable éxito en los USA del momento -1942, plena contienda familiar-, una nación ávida siempre de glorificar a sus héroes, con mayor motivo cuando se encontraba en plena contienda mundial. Obtuvo 11 nominaciones y un Oscar al mejor montaje que fue a parar a Daniel Mandell, que repetiría premio años después por otro trabajo prodigioso, el llevado a cabo para la imprescindible LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA.

Constituye todo un engarce de secuencias memorables, cuyo colofón es el discurso final de Cooper, del que siempre que lo veo me coloca ya no un nudo en la garganta, sino todo un cabestrante. Verdaderamente impresionante. Como son también espléndidas las escenas iniciales de niñez, la pedida de mano, los apartes con su madre, el extraordinario travelling cuando es sustituido por última vez, el conocimiento de la noticia de su enfermedad por parte de Brennan y Wright, el momento en el que ésta advierte los primeros síntomas en su marido, la decoración del hogar entre nuera y suegra… ¡Son ingentes!

Dentro de este misma especialidad deportiva, quisiera destacar otras tres verdaderas joyas, una igualmente de la época –años 40-, protagonismo esta vez de James Stewart e idéntico director –Wood- y las otras dos relativamente más recientes: LA HISTORIA DE STRATTON, EL MEJOR y CAMPO DE SUEÑOS. Hay bastantes más. Y uno de los aspectos más grandiosos de todas ellas, es que aunque no tengan ni idea de la materia, resultan del todo asequibles.

 

José Luis Vázquez