Director: Abby Kohn y Marc Silverstein
Intérpretes: Amy Schumer, Michelle Williams, Emily Ratajkowski, Adrian Martinez, Kevin Kane, Ben Hopper, Lauren Hutton, Rory Scovel, Sarah Elizabeth Mitchell, Kayla Caulfield, Alin Halajian, Leah Procito, Chloe Hurst, Jason Mulcahy, Caroline Day, Marcus McDermott, Naomi Campbell
Sinopsis: Una chica corriente (Amy Schumer), que se enfrenta cada día a sus inseguridades, despierta de una caída creyendo que de repente es la mujer más bella y capaz del planeta. Con esta nueva confianza en sí misma se siente capaz de vivir su vida sin complejos ni limitaciones pero, ¿qué pasará cuando se dé cuenta de que su apariencia en realidad no ha cambiado?
I FEEL PRETTY, título original de ¡QUÉ GUAPA SOY!, era uno de los maravillosos temas que componían la banda sonora de la mítica y excepcional WEST SIDE STORY, interpretado con arrasador encanto por la añorada y adorable Natalie Wood.
En fin, este preámbulo tan solo pretendía ser una mera anécdota asociativa. Voy al hueso del asunto que aquí me trae. El concepto de comedia boba debió inventarse por la concepción de películas como esta, que por otra parte (y no hay mofa por mi parte, pues respeto cualquier gusto por ajeno que sea al mío… siempre que sea sincero o no una mera cuestión de postureo/impostura) suelen funcionar bien o a veces muy bien en taquilla.
Y aunque no llega a ser infame, la verdad es que me resulta de lo más cargante e inaguantable. Con un argumento ligeramente parecido Penny Marshall obraría el milagro con su encantadora BIG (a la que curiosamente sacan aquí a colación, en un momento previo al golpetazo transformador de perspectiva de su protagonista) a cuyo frente interpretativo figuraba un imberbe Tom Hanks.
Vuelve a quedar claro que no basta con una más o menos resuelta comedianta –Amy Schumer- si detrás no la ampara un texto mínimamente ingenioso, inteligente o un poco ocurrente, o ya si me apuran, que al menos no resulte excesivamente burdo. Precisamente en este la superficialidad y la sal gorda –y ya no lo digo porque recurra a tacos, que no lo hace por otra parte- campan a sus anchas.
Al guion no solo le falta gracia sino chispa, o algún diálogo por aislado que fuera que pudiera a sonar a diferente o ingenioso, o alguna situación verdaderamente divertida. Resulta demasiado obvio y tópico su ensalzamiento de la personalidad por encima de la belleza física (algo que la vida real desmiente tantas veces). Estas carencias en una producción de estas características son pecados de leso reproche.
Definitivamente, lo mejor acaba siendo el ramillete de mujeres atractivas por diferentes motivos, el físico uno de ellos, provenientes de diferentes generaciones que van sucesivamente desfilando, curiosamente casi todas ellas con un prestigioso pasado profesional como modelos (de esto va este rollo, de apariencias físicas e interiores). A retener los nombres de Lauren Hutton, Naomi Campbell, Michelle Williams o Emily Ratajkowski. Nada más advierto en una comedieta de la que a los diez minutos ya me desmarco.
José Luis Vázquez