viernes, 2 de mayo

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Estreno en Royal City

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Jurassic world: El reino caído ()

Director: J. A. Bayona

Intérpretes: Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, James Cromwell, Rafe Spall, Toby Jones, Justice Smith, Daniella Pineda, Ted Levine, Geraldine Chaplin, Jeff Goldblum, B.D. Wong, David Olawale Ayinde, Bobbi Jo Hart, Daniel Stisen, Robert Emms, Kamil Lemieszewski, Michael Papajohn, Peter Jason, Sean Gislingham, Max Baker, Faith Fay, Kevin Layne, Daniel Eghan, Ronan Summers, Deborah Rock, Charlie Rawes, Manoj Anand, Cory Peterson, Fran Targ, John Heartstone

Sinopsis: Una erupción volcánica amenaza a los dinosaurios restantes en la Isla Nublar, donde las criaturas han vagado libremente durante años tras de la desaparición del parque temático "Jurassic World". Claire Dearing, ex gerente del parque, ahora fundó el Grupo de Protección de Dinosaurios, una organización dedicada a proteger a los dinosaurios. Para ayudar con su causa, Claire ha reclutado a Owen Grady, el ex entrenador de dinosaurios que trabajó en el parque, para evitar la extinción de los dinosaurios... Secuela de "Jurassic World" (2015), la cuarta película más taquillera de la historia del cine, y reinicio de Parque Jurásico. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

El debut en Hollywood (oficiosamente su primer desembarco se produjo con UN MONSTRUO VIENE A VERME) del brillante cineasta español Juan Antonio Bayona (EL ORFANATO, LO IMPOSIBLE), nada más y nada menos que bajo el auspicio y el padrinazgo del mismísimo Steven Spielberg, no ha podido resultar más afortunado.

Ya de partida, tiene gran mérito que en un aparatoso “blockbuster” de estas características haya podido dejar su impronta (otorgándole ya sobre guion margen para que ello así fuera posible, lo que habla a las claras de la confianza depositada en él… aseguro que esta es información privilegiada), manifestada principalmente en un toque gótico que le sienta muy bien a esta cuarta secuela del estupendo original del rey Midas de la Meca del Cine.

Claro que antes de continuar con los elogios, manifiesto mi incondicionalidad por toda la saga jurásica (por la primera y la por tanto fundacional ni les cuento, la segunda se asentaba sobre seguros pasos ya dados, la tercera de Joe Johnston resultó magnífica, la predecesora de esta tal vez sea la menos relevante, pero es más que aceptable y me deparó momentos espectaculares con guiños incluidos a los PÁJAROS hitchcockianos).

Esta centelleante, y en varios momentos deslumbrante, aportación de Bayona establece vínculos muy directos con el comienzo de la serie (se advierte su nada perezosa y respetuosa admiración), principalmente por ese tratamiento casi más terrorífico que aventurero impreso a este cuento sobre esas revividas criaturas que poblaran el planeta cientos de miles de años antes que nosotros.

Constato esto sobre el terreno, al girarme de un lado a otro y comprobar como algunos críos asisten a la proyección atisbando apenas las imágenes a través de unas chaquetas que plantan delante de su cara o dando respingos en la butaca.

El grado de furioso realismo al que han llegado los efectos digitales y sonoros permiten a sus creadores mostrarnos a unos especímenes verdaderamente espantosos, horrendos, de una ferocidad brutal.

Otro rasgo que otorga personalidad y distinción a esta entrega es la sombría -y subterráneamente perturbadora- mansión en la que discurre buena parte de su metraje. Incluso lleva aparejada la preceptiva ama de llaves, de esas de casi toda la vida, aquí encarnada por la siempre escuálida y muy convincente Geraldine Chaplin. Incluso se pueden encontrar ecos de la mejor obra que el cine español haya parido jamás dentro del terreno de la ciencia-ficción, la insólita y fascinante EVA de Kike Maíllo.

Por supuesto, no esperen grandes novedades en cuanto a sus recovecos argumentales o de guion. Se trata de dar más vueltas y retruécanos sobre lo mismo, sobre paraísos destruidos y vueltos a crear (o realojar) para albergar a los animalitos de marras cuya supervivencia es constantemente puesta en entredicho. Si acaso es en su final donde se puede encontrar una cierta ruptura sobre bucles precedentes. Y nada más diré o sugeriré al respecto.

Agradezco de nuevo el protagonismo de la pareja formada por Chris Pratt (al que alguien ha descrito con cierto tino y criterio como el sucesor actual de Harrison Ford, por ese estilo simpático y desenfadado que suele gastar en los últimos tiempos… desde que adelgazara abruptamente) y la siempre resuelta Bryce Dallas Howard (EL BOSQUE), a la que el director regala unos cuantos primeros planos en los que se resalta su bello rostro, su encanto facial.

También pululan en pequeños cometidos veteranos del calibre de James Cromwell y Toby Jones. Y no quiero olvidarme tampoco de la fotogénica cría Isabella Sermon. El resto está compuesto mayoritariamente por adecuados comparsas que otorgan credibilidad a sus más bien fugaces personajes, con la excepción del encarnado por el malote Rafe Spall, al que regalan algunos minutillos más, tampoco muchos.

Entiendo que a estas alturas de la franquicia no suponga una especial novedad, pero está tan bien manufacturada y empaquetada esta producción que doy por más que compensado lo que pierde en escasa capacidad de sorpresa.

Puede haber Bayona en la Meca del Cine por una larga temporada… o hasta por una vida/carrera. Sin duda, salda con muy buena nota su irrupción por allí (algunos planos resultan de lo más estimulantes y secuencias como la del reencuentro con el morador más alto de la isla Nubla, la extinción de uno de ellos carbonizado por un volcán contemplado desde un barco o el rostro de la niña sobreimpresionado sobre uno de los monstruos muestran un exquisito gusto visual… igual luego resulta que no fueron mérito suyo sino de quienes los diseñaran con anterioridad).

No resulta nada meritorio augurar a esta entrega una considerable, entendible y merecida respuesta comercial. Al fin y al cabo, el cine nació y continúa siempre ratificándose como espectáculo de barraca de feria.

José Luis Vázquez