Director: Bruce Macdonald
Intérpretes: Jackson Rathbone, Billy Zane, Taylor James, Rutger Hauer, Caitlin Leahy, Lindsay Wagner, Frances Sholto-Douglas, Greg Kriek, Ares Afonso
Sinopsis: Después de perder el amor de su vida, un joven hebreo con una fuerza sobrenatural defiende a su pueblo, sacrificando todo para vengar su amor, su pueblo y su Dios.
Todos los que se quejaron en su momento y tiempo después de la manera de actuar del estupendo Victor Mature, y en concreto de una de sus interpretaciones más señeras, SANSÓN Y DALILA, tendrían que ver esta infausta nueva versión de la historia bíblica con Jackson Rathbone, un actor de mirada bovina que hace añorar a aquél otro gigantón.
Resulta difícil de digerir esta –por ser piadoso- roma y digitalizada adaptación que fatiga en todo momento y resulta de una simplonería manifiesta.
Acabo harto de esas panorámicas por ordenador de Gaza que suenan a muchísimo más falso que el entrañable cartón del gran Cecil B. De Mille. Parece mentira que le llegaran a achacar algunos que era un cinesta rudimentario y primitivo, a no ser que esto último fuera dicho por haber comenzado su carrera en la época silente del cine.
Ya sé que no suele ser bonito comparar, pero en este caso resulta inevitable, pero el sentido del espectáculo, de la narración que poseía este, hace empequeñecer aún más las ausentes virtudes (ralentís que no vienen a cuento, secuencias de acción propias del peplum de los 60...) del firmante de esto, Bruce Macdonald.
Y no sigo porque me enfurezco como el susodicho y a saber a qué columnas y filisteos le toca en mala suerte mi arrebato.
Lo único destacable la belleza de las dos protagonistas femeninas, Frances Sholto-Douglas (Taren) y, en especial, la de una impresionante Caitlin Leahya de no menos impresionantes ojos azules como Dalila (Delilah en el original… como la fabulosa canción de Tom Jones).
A huir... como si te persiguiera este hercúleo personaje.
José Luis Vázquez