domingo, 4 de mayo
domingo, 4 de mayo
Director: Rob Cohen
Intérpretes: Toby Kebbell, Maggie Grace, Ryan Kwanten, Ralph Ineson, Ben Cross, Melissa Bolona, Natacha Karam, Christian Contreras, Mark Rhino Smith, Patrick McAuley, Stuart McQuarrie, Brooke Johnston, Ed Birch, Jamie Andrew Cutler, James Barriscale, Jimmy Walker, Moyo Akandé, Mark Basnight, Keith D. Evans, Veselin Troyanov, J.R. Esposito
Sinopsis: Una banda de ladrones intenta realizar un ambicioso robo al Tesoro de Estados Unidos para hacerse con un botín de 600 millones de dólares, mientras un huracán categoría 5 se acerca al lugar... (FILMAFFINITY)
Disparatada, casi de principio a fin, película de atracos, de acción. Algo nada de extrañar teniendo en cuenta que lleva la firma del director de la primera salida a escena (o a bóxer sería más correcto decir) de la estruendosa –y ostentosa- saga FAST & FURIOUS/A TODO GAS (alguna entrega aislada me ganó para su causa virguera, concretamente la de Río de Janeiro) y de TRIPLE X.
Me refiero a Rob Cohen, un buen y aparatoso cineasta neoyorquino, al que le van las historias con mucho movimiento, rasante, decibelios, acción y efectos especiales. Responsable de dos títulos más que decentes como el catastrofista PÁNICO EN EL TÚNEL (con Sylvester Stallone, en un buen papel) y DRAGONHEART (CORAZÓN DE DRAGÓN), uno de los cantos del cisne protagonizado por este animal mitológico, vuelve a demostrar profesionalidad… especialmente sobre raíles.
Cohen deja hacer a sus especialistas y a los técnicos, coordinándolos con cierta pericia. Tiene un acierto de tipo climático, como es el de envolver esta historia de aparente robo perfecto en una climatología adversa (¿recuerdan, por ejemplo, dentro también del thriller, el memorable clásico TEMPESTAD EN LA CUMBRE con Claudette Colbert o la más reciente HARD RAIN con Morgan Freeman?), un ambiente desapacible, huracanado, de tornados. Esa sensación de permanente peligro le sienta muy bien a la historia. Está muy logrado este aspecto.
Lo que pasa es que el tramo final, pese a su espectacularidad resulta delirante. Si quieren disfrutarlo conviene ser condescendiente, magnánimo, para tomarse en serio esas impresionantes escenas de enormes camiones con que se despacha. Aunque por sí solas se dejan ver con los ojos muy abiertos, restan verosimilitud a un conjunto que, sin ser redondo, no es ni mucho menos desdeñable.
Los villanos son verdaderamente despreciables, amenazadores, enérgicos, contundentes. No diré nombres de quienes los interpretan para no dar pistas al personal.
Y Maggie Grace demuestra ser toda una guerrera, no en vano le habrá venido muy bien su especialidad en la vida real tanto en kárate como en jiu jitsu. Y no tanto porque haga exhibiciones en ambas modalidades, sino por la magnífica forma física que exhibe. Por un momento, no sé bien por qué, me recordó a nuestra grandísima campeona halterófila Lidia Valentín.
Entretenidilla dentro de unas evidentes limitaciones. Con oficio dentro de los asuntos y escenas descabelladas que maneja. Por supuesto, no pidan ningún tipo de delicadeza a su guion.
José Luis Vázquez
