Director: Danny Boon
Intérpretes: Dany Boon, Line Renaud, Valérie Bonneton, Laurence Arné, Guy Lecluyse, François Berléand, Pierre Richard
Sinopsis: Valentin D. es un arquitecto y diseñador de éxito que finge ser huérfano porque se avergüenza de su familia, unos chatarreros de clase obrera del norte de Francia. Solo su pareja, la pretenciosa Constance Brandt, conoce su secreto. En plena inauguración de su retrospectiva en el Palacio de Tokio, sus familiares aparecen inesperadamente: su hermano Gustave, su cuñada Louloute y sobre todo su madre Suzanne, que cree acudir a una fiesta sorpresa por su 80º cumpleaños. El reencuentro promete ser inolvidable. (FILMAFFINITY)
A estas alturas del tiempo y del marcador, la fórmula de los contrastes lingüísticos y culturales entre ciudadanos de un mismo país, pongamos como es aquí el caso de Francia, está demasiado manida, parece gastada, falta de brío.
Y eso que el director de este nuevo producto que fía su gracia a ella, es también el descubridor de la misma. Me refiero al galo Danny Boon, firmante en 2008 de la justamente arrolladora BIENVENIDOS AL NORTE, que alcanzaría los 20 millones de espectadores en su lugar de origen, exportándose con gran éxito a países limítrofes, como Italia –BIENVENIDOS AL SUR- y España –OCHO APELLIDOS VASCOS-.
Pues bien, de nuevo ataca Boon diez años después, pero sin la frescura, originalidad y sorpresa de entonces. Lo que allí fue efectivo y original, en esta ocasión es pesado e insistente en recursos suficientemente conocidos y muy explotados.
Es lo que pasa cuando se quiere reeditar “mercantilistamente” un éxito, que la réplica no suele alcanzar la misma altura. Sucedió, demasiado inmediatamente, con OCHO APELLIDOS CATALANES respecto a su antecesora VASCA.
Tampoco su crítica, que podría compartir perfectamente, acerca de snobs parisiones, pseudo intelectuales, representantes de arte contemporáneo o maestros del postureo en general, acaba resultando muy eficaz. Sus trazos acaban resultando muy facilones
Y, por otra parte, esas bromas acerca de los acentos –el ch´tis en este caso- que suponen el eje principal de su comicidad acaban mostrándose reiterativas y difícilmente trasladables a otras latitudes. Imagínense entender personajes gallegos o andaluces en contextos foráneos.
Lo que finalmente queda es una comedia que tiene algún momentillo afortunado en su primer tramo, a propósito de algún “gag” verbal o visual, que bien ha podido beber también en fuentes de mitos de la comedia local/universal, como –sobre todo éste- Louis de Funes o –algo más alejado- Jacques Tati.
Incluso recupera en un papelito simpático a otro referente, el veterano Pierre Richard (el padre del protagonista), “el gran rubio con un zapato negro”, uno de los “dos fugitivos” o “un dromedario en el armario”.
Simploncilla.
José Luis Vázquez