jueves, 29 de mayo

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Estreno en Royal City

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir crítica

Los pitufos 2 ()

Director: Raja Gosnell

Intérpretes: Animación. Voces originales de: Neil Patrick Harris, Jayma Mays, Sofia Vergara, Hank Azaria, Brendan Gleeson

Sinopsis: El malvado brujo Gargamel crea una pareja de criaturas revoltosas, una copia de los pitufos, llamados los Malotes, y que espera le permitan aprovecharse de su poderosa y mágica esencia. Pero cuando descubre que solo un autentico Pitufo le puede dar lo que quiere –y que solamente un secreto que conoce Pitufina puede transformar a los Malotes en verdaderos pitufos- Gargamel secuestra a Pitufina y la lleva a París. Por lo que está en manos de Papá Pitufo, Torpe, Gruñón y Vanidoso regresar a nuestro mundo, y reunirse con sus amigos humanos Patrick y Grace Winslow, ¡y rescatarla!

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 1 estrellas

Lo siento mucho, pero hasta aquí he llegado en mi magnanimidad respecto al mundo pitufo, por mucho que pueda respetar, que no entender, los gratos recuerdos que provocan en toda una generación. Debo confesarles, y no ya tanto porque me pillase un poco talludito, que jamás concitaron mi atención estos seres menudos.  

Si ya la primera entrega no me arrebató precisamente, aunque le reconozco una cierta y muy moderada gracia en su puesta de largo cinematográfica con personajes reales, esta secuela me parece que hace gala de un excesivo tono infantiloide que acaba generándome más bien desazón en la butaca. Y no será porque no defienda las producciones infantiles, algo que no entiendo que no tenga por qué conllevar o resulte  sinónimo de creatividad parvularia.  

Supongo que a los más pequeñines les llegará esta mini traca, traquilla más bien, de los azules personajes, pues además cuentan con la complicidad de tener ya ubicados y situados a los mismos. Esta nueva incursión de los pequeños hombrecillos y mujercitas azules en un París siempre atractivo, no resultan sino una tontorrona historieta de fabricación de clones inicialmente malvadotes inútilmente estirada.  

Lo fútilmente aparatoso se impone a la verdadera imaginación, la ñoñería a los sentimientos simpáticos, la bobadita a la verdadera gracia.  

Ni tan siquiera en esta ocasión me interesa la aparición Hank Azaria como Gargamel, aunque vuelva a repetir al pie de la letra y espíritu el diseño de la vez anterior, pero ya me harta.  

De verdad, me da muchísima pereza tener que continuar resultando redundante. ¿Ha quedado suficientemente claro lo que pienso, verdad? Para qué dar pues más vueltas a lo mismo. De lo más insípida e insustancial.

José Luis Vázquez