lunes, 20 de mayo
lunes, 20 de mayo
Director: Eli Roth
Intérpretes: Bruce Willis, Vincent D'Onofrio, Elisabeth Shue, Dean Norris, Kimberly Elise, Beau Knapp, Mike Epps, Jack Kesy, Ronnie Gene Blevins, Ian Matthews, Melantha Blackthorne, Nathaly Thibault, Alex Zelenka, Sway, Dawn Ford
Sinopsis: Paul Kersey (Bruce Willis) es un famoso cirujano que vive con su familia en Nueva York. Un día, su esposa (Elisabeth Shue) y su hija (Camila Morrone) son brutalmente atacadas en su casa. Paul, que siempre había sido un tipo tranquilo, siente cómo la sed de venganza va apoderándose de él. Con la policía sobrecargada de crímenes, decide tomar la justicia por su mano e ir en busca de los agresores de su familia y de paso enfrentarse a todo tipo de criminales de la Gran Manzana. A medida que las víctimas acaparan la atención de los medios, la ciudad se pregunta si este vengador es un ángel guardián... o un simple justiciero.
Innecesario, pero vistoso “remake” del clásico setentero, que diera posteriormente lugar a una pequeña saga compuesta por tres secuelas más, protagonizado por Charles Bronson, titulado inicialmente en España –en el original se mantiene idéntico título, DEATH WISH- EL JUSTICIERO DE LA CIUDAD y firmado por Michael Winner.
De físico diferente a éste, aunque sí en cambios ambos pueden mostrar imperturbabilidad e implacabilidad en un momento dado, no es mala elección la del otrora referente del cine de acción, Bruce Willis. Da el tipo.
El asunto principal en nada varía de sus antecesoras, y de tantas otras producciones anteriores, coeatáneas o posteriores de idéntica índole. Resulta curioso que se estrene en un momento en que se ha vuelto a disparar la polémica en Estados Unidos sobre la tenencia de armas tras la última masacre en el instituto de secundaria de Parkland en Florida. Evidentemente, esta película contribuye a las tesis de la Asociación Nacional del Rifle. Pero, supongo, que esta es una práctica arraigada en lo más profundo del ADN estadounidense.
Disquisiciones aparte, necesarias en este –y también en otros- caso, pues también se puede advertir, ya no sé hasta que punto con intención denunciadora, una cierta crítica a la facilidad con la que se puede acceder a las armas en los USA y, sobre todo, a la información detallada que proporciona Internet para hacer uso de las mismas, lo importante para sus autores supongo que ha sido mostrar un policiaco de acción funcional y eficaz. Sin necesidad de demasiados demasiados excesos o aspavientos lo consiguen. Y se “lucen” en alguna ejecución especialmente violenta (AMÉRICA VIOLENTA precisamente fue el título que antecedió en la filmografía de Bronson a aquél referencial y primer justiciero, también firmado por Winner), incluso sádica… estoy pensando en la escena del taller automovilístico, por otra parte, nada novedosa.
Eli Roth, que ya había dirigido a Willis en la tensa HOSTEL nos regala abundantes planos del actor poniendo cara de eso, de justiciero urbanita, atractivas panorámicas neoyorquinas e imprime a tan sobada historia un buen ritmo, que puede provocar la fácil digestión por parte de los amantes del género. En mi caso, el objetivo está cumplido.
Pero poco más allá de eso, lo cual no está nada mal. El resto es más de lo mismo, una estructura mil veces repetidas, escenas de lo más previsibles y un final que puede indicar que la saga pudiera continuar. Dependerá, como siempre, de los dividendos que reporte en taquilla.
José Luis Vázquez
