sábado, 6 de septiembre

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Estreno en Royal City

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El viaje de sus vidas ()

Director: Paolo Virzi

Intérpretes: Helen Mirren, Donald Sutherland, Kirsty Mitchell, Robert Walker Branchaud, Joshua Mikel, Christian McKay, Robert Pralgo, Joshua Hoover, Raul Colon, John Archer Lundgren, Elijah Marcano, Carlos Guerrero, Matt Mercurio, David Silverman, Richard Pis

Sinopsis: Ella y John están huyendo del cuidado asfixiante de sus médicos e hijos. John está perdiendo la memoria, es despistado pero tenaz. Ella es frágil pero a la vez ingeniosa. Su viaje a bordo de su fiel caravana los lleva desde Boston hasta Key West en los Estados Unidos. Compartiendo en su trayecto tanto momentos de alegría como de angustia, van recobrando así su pasión por la vida y su amor por los demás, mirando con perspectiva y de forma distinta todo lo que van dejando atrás. Hecho que les hace replantearse durante su aventura, cómo se ven el uno al otro. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

Siento debilidad por el cine del italiano Paolo Virzi, no lo voy a negar. Su CAPITAL HUMANO y LOCAS DE ALEGRÍA son dos de mi extensa lista de películas favoritas de los últimos años.

Precisamente con la segunda tiene como punto en común EL VIAJE DE SUS VIDAS el hecho de ser ambas “road movies”, aunque la aquí comentada en vez de carreteras transalpinas transcurre por esas inmensas autovías y variantes comarcales de los Estados Unidos. Y es que esta supone la primera incursión de Virzi en Norteamérica.

Sale airoso, bastante bien parado, pues el que tiene talento lo tiene en cualquier lado. Entre otras cuestiones por la magnífica elección de dos actorazos para encarnar al matrimonio anciano protagonista, la inglesa Helen Mirren y el canadiense afincado en los USA Donald Sutherland. Entre ambos suman la muy respetable cifra de 154 años… repletos de mucho arte por cada uno de sus poros.

Y pese a que los trailers ya se encargan últimamente de desbrozar, de desguazar los argumentos, no seré yo el que contribuya aún más a ello. Tan solo les indicaré que ese viaje que hacen en caravana –de ahí ese Leisure Seeker/Buscador de ocio del título original- de Boston a Miami supone una celebración muy especial. En el último requiebro del guión lo entenderán, es decir, al final lo comprenderán todo.

Me parece muy bien, lógico y justo ese auge del cine de la tercera edad, del protagonizado por gente veterana, de respetable experiencia (que no pretendo ser eufemístico, pero queda fino), extendida la misma a todo tipo de géneros. Ahí están para corroborarlo títulos como EL EXÓTICO HOTEL MARIGOLD, ARRUGAS, GRAN TORINO, A PROPÓSITO DE SCHMIDT o AMOR. Y podría citar decenas más.

Supongo que no reporta grandes dividendos a sus productores, que no rompe taquillas, que no tiene eco ni interesa a los más jóvenes (lo cual es una lástima, en eso me distancio de las nuevas generaciones, recuerdo con especial emoción en mi infancia otra maravilla procedente del país de Garibaldi, una de las cumbres del neorrealismo, UMBERTO D), pero me parece de lo más loable que no se descuide al que está pasando a ser abrumadoramente el mayor segmento de la sociedad. Y que se haga eco de sus cuitas, sea capaz de mostrar sus ilusiones o temores, sus -¿por qué no?- todavía anhelos, también sus fulminantes decisiones u opciones vitales, o sus inevitables derrumbes físicos.

Qué gustazo disfrutar del porte y de la maravillosa interpretación, casi juvenil por momentos (relacionado también con una peculiaridad de su personaje) de un Sutherland que acumula una de las mejores filmografías de actores en activo (KLUTE, AMENAZA EN LA SOMBRA, HA LLEGADO EL ÁGUILA, EL OJO DE LA AGUJA, GENTE CORRIENTE, CIUDADANO X, SPACE COWBOYS) o de una Helen Mirren (LA REINA, lo es) que es toda delicadeza y tacto en sus medidos pero naturales gestos, en esa forma de mirar sin parecer que lo hace.

Me resulta una verdadera delicia esta película aparentemente pequeña o inocua, que supone toda una lección de vida, en la que, aunque ofrezca momentos nada agradables nunca hace de la tristeza o la desgracia algo terrible sino todo lo contrario. Una comedia dramática, trágica, de lo más suave, genuinamente mediterránea, aunque a la vez sea igualmente muy yanqui. Me encanta, además, que el mcguffin a la vez que motivo principal, la excusa argumental, la constituya un viaje para conocer la casa en Florida del grandísimo Ernest Hemingway.

Turística y sentimental en el mejor y más bonito sentido del término. Una reafirmación del amor en la estación terminal de la vida.

 

José Luis Vázquez