Director: Sally Potter
Intérpretes: Patricia Clarkson, Bruno Ganz, Cherry Jones, Emily Mortimer, Cillian Murphy, Kristin Scott Thomas, Timothy Spall
Sinopsis: Janet (Kristin Scott Thomas) acaba de ser nombrada ministra del Gobierno, y por ello varios amigos se reúnen en una fiesta para celebrar su nombramiento. Sin embargo, lo que comienza como una celebración terminará de la manera más inesperada. (FILMAFFINITY)
Es como PERFECTOS DESCONOCIDOS, pero más “british”, más fina y mucho menos divertida, o digamos que gasta otro tipo de diversión, compuesta por una risa queda, callada, incisiva. De menor entidad, aunque es de esas propuestas que les encanta reivindicar a los alternativos o gafapastas, supongo que… porque les gusta, claro. Y, reconozco, que en esta ocasión también le doy cierto plácet.
La verdad es que tiene su gracia, unos cuantos requiebros afortunados y un final potente, sorprendente. Mientras, durante sus breves 70 minutos, un aspecto que es de agradecer (y no porque sea ni mucho menos aburrida, es incluso amena pese a transcurrir en un espacio muy reducido, casi claustrofóbico), asistimos a un juguete, a un artefacto liviano a ratos malicioso en otros, que no deja sino de constituir un aplicado ejercicio de cámara, virtuoso por momentos sin necesidad de hacer alardes y, en otros un tanto encallado (de ahí que su brevedad le venga bien, no mucho más cabía dilatar el asunto).
Da tiempo para hacer de este party uno repasito a asuntos actuales y vigentes, a la política y la crisis que atraviesa, a las contradicciones de la burguesía progresista, a las relaciones personales y sentimentales, a los vaivenes del corazón y las bajas pasiones, a la verdad, a la honestidad con nosotros mismos, incluso al Brexit como quien no quiere la cosa.
Lo mejor, con enorme diferencia, es un reparto de campanillas. Siete intérpretes de postín. Por ahí confluyen la veterana estrella del cine alemán, Bruno Ganz, la flamante Emily Mortimer que esta vez no tiene que sacar adelante librerías sino ir preparándose para un parto por duplicado, la siempre espléndida y aquí cáustica Patricia Clarkson, la rutilante Kristin Scott Thomas, una algo más desconocida Cherry Jones, el tantas veces desestabilizador aquí más bien confundido y descolocado Cillian Murphy y un formidable, brillante Timothy Spall.
Todos ellos contribuyen a hacer de esta inteligente comedia negrilla una respetable, intermitentemente mordaz, lenguaraz y parcialmente vitriólica propuesta.
José Luis Vázquez