Director: Craig Gillespie
Intérpretes: Margot Robbie, Sebastian Stan, Allison Janney, Bobby Cannavale, Caitlin Carver, Julianne Nicholson, Bojana Novakovic, Mckenna Grace, Paul Walter Hauser, Renah Gallagher, Amy Fox, Ricky Russert, Jeffery Arseneau, Bobby Akers, Suehyla El-Attar, Kaleigh Brooke Clark, Catherine Dyer, Joshua Mikel, Jason Davis
Sinopsis: Tonya Harding fue la primera mujer estadounidense en completar un salto de triple axel en competición en patinaje sobre hielo en 1991. Pero el éxito en el hielo no siempre estuvo acompañado de felicidad en su vida personal. (FILMAFFINITY)
En una frase pronunciada por la protagonista hacia el final encuentro la clave tonal e incluso argumental de esta atípica y extraordinaria biopic sobre la patinadora estadounidense Tonya Harding (2 veces olímpica, 2 ganadora del Skate América y primera mujer en hacer un triple axel en una competición): “cada uno tiene su verdad y la vida hace lo que le sale los cojones”.
Esto enlaza con un comentario de Nando Salvá que me parece de lo más oportuno y muy a propósito de lo que acabo de exponer: “habrá quienes digan que llega a caer en el mismo sensacionalismo que los periodistas carroñeros… eso solo significa que YO, TONYA es tan marrullera y tan poco de fiar como su heroína, ¿existe mejor forma de hacerle justicia?”.
He de matizar que una buena parte, concretamente la mitad de sus dos horas, las empeñan guionista –Steven Rogers- y director –Craig Gillespie- en el escándalo que acabó con su carrera y que no les voy a detallar en exceso pues, aunque lo hiciera tampoco les daría muchas pistas, puesto que sus autores ya se encargan de envolverlo en una cierta nebulosa en lo que respecta a la verdadera implicación de la propia Tonya. Me refiero a la agresión propinada por parte de unos maleantes de poca monta a su rival Nancy Kerrigan en 1994. Opta por no aclarar demasiado, lo cual en este caso constituye todo un acierto. Que cada uno juzgue según se nos ha ido presentando a esta maltratada señora y deportista (no se le perdona por parte de los jurados sus presentaciones y seguramente su extracción).
Lo que sí queda evidente es ese ambiente afectivo miserable en el que se cría y desenvuelve, padeciendo violencia física y psicológica tanto por parte de su detestable madre como de su impresentable pareja. Y cuando la primera parece mostrar un gesto de humanidad…
Están excelentes las dos actrices principales, la bellísima Margot Robbie (descubierta de manera impactante por este cronista en EL LOBO DE WALL SREET, aquí también productora, lo que habla a las claras de su inquietud profesional), que ilumna la pantalla con sus permanentes y explosivas apariciones, y la veterana Allison Janney(AMERICAN BEAUTY, EL HOGAR DE MISS PEREGRINE PARA NIÑOS PECULIARES), ésta última ganadora incontestable del Globo de Oro y BAFTA a la mejor secundaria (o de reparto, como se denomina ahora más justicieramente), y parece ser que con todas las papeletas para obtener también la preciada estatuilla dorada.
Con sus interpretaciones y la relación más o menos ficticia, se vienen a sumar a esta última y positiva tendencia del cine americano en la que los duelos femeninos y familiares están a la orden del día (incluyan también las de padres con hijas o madres con hijos, como en MOLLY´S GAME o en TODO EL DINERO DEL MUNDO), véanse si no LADY BIRD o –de otra manera- TRES ANUNCIOS EN LAS AFUERAS. Por otra parte, no deja de ser eso que se denominaba en los tiempos aún más dorados de Hollywood como “woman´s pictures”.
Pero esto no pasa de ser anecdótico, o no tanto, lo que verdaderamente importa es que los resultados estén a la altura. Y vaya si lo vuelven a estar.
Encima se aparta de moldes narrativos habituales, es arriesgada y sale bien parada del intento. Exhibe un humor ácido, corrosivo, que le sienta francamente bien, en afortunado maridaje con lo narrado. Su formato de falso documental no es que resulte ningún hallazgo, pero está magníficamente utilizado. Lo supuesto, lo inventado y lo real forma un impecable maridaje. Y el hecho de utilizar la pantalla cuadrada de 4:3 provoca que se preste más atención a los rostros, a los gestos por encima de otras dispersiones.
Vuelve a hurgar en la parte menos vistosa, menos noble de la sociedad estadounidense, de los ídolos caídos, de la cara más desagradable del sueño americano convertido una más en desagradablemente alucinatorio, o simplemente en un mal sueño, como se indica en un momento dado.
Y lo que resulta también admrable, meritorio, incluso impresionante, es que las escenas de patinaje, que no son el objetivo principal de la película pero que están cuidadas con esmero, las ha llevado a cabo la propia Robbie, sin dobles de ningún tipo. Otro punto más a su favor a los muchos y principales acumulados.
Merecería figurar en la terna final de las 9 películas seleccionadas como la mejor de la temporada. Pero ¿cuál de ellas habría que eliminar? La relación vuelve a ser impresionante: LA FORMA DEL AGUA, TRES ANUNCIOS EN LAS AFUERAS, LADY BIRD, LOS ARCHIVOS DEL PENTÁGONO, EL HILO INVISIBLE, DUNKERQUE, DÉJAME SALIR, EL INSTANTE MÁS OSCURO o CALL ME BY YOUR NAME (LLÁMAME POR TU NOMBRE). Y quedan también fuera THE FLORIDA PROJECT, MOLLY´S GAME, EL GRAN SHOWMAN, TODO EL DINERO DEL MUNDO, LA SUERTE DE LOS LOGAN, Z LA CIUDAD PERDIDA, EL CASO SLOANE, BLADE RUNNER 2049, LA CURA DEL BIENESTAR, DÍA DE PATRIOTAS, LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, SUBURBICON, LA GRAN ENFERMEDAD DEL AMOR, WONDER WHEEL, THE DISASTER ARTIST, MÚLTIPLE, PASTORAL AMERICANA, UN DON EXCEPCIONAL, EN REALIDAD NUNCA ESTUVISTE AQUÍ, WONDER WOMAN, BABY DRIVER o WONDER entre tantas otras ¿Ven porque soy un amante incondicional de estos premios?
José Luis Vázquez