Director: Alex Holdridge
Intérpretes: Scoot McNairy, Sara Simmonds, Brian Matthew McGuire, Katy Luong, Bret Roberts, Robert Murphy, Twink Caplan, Nic Harcourt
Sinopsis: Wilson tiene 29 años y ha llegado a la ciudad de Los Ángeles con la intención de olvidar sus desgracias: ha roto con su novia, su coche lo dejó tirado en Arizona y, además, le han robado el ordenador que contenía varios guiones en los que estaba trabajando. Sin planes de ninguna clase, se encuentra con Jacob, su mejor amigo, que le recomienda publicar un anuncio personal en la sección de contactos de Craig's List: "Misántropo desearía conocer a misántropa". Así comienza la historia de Wilson y Vivian. Ella también es de Texas. Llegó a Los Angeles para convertirse en actriz y acaba de abandonar a su novio. Juntos vivirán las últimas horas de un año que termina y las primeras de una historia que comienza.
Una noche cualquiera de fin de año en Los Ángeles es el momento y escenario elegidos para que transcurra esta preciosa y vivaz historia romántica alejada de estándares.
Los ecos e influjos de ANTES DE AMANECER de Richard Linklater son evidentes, palpables, pero en absoluto miméticos. Sus jóvenes protagonistas se encuentran casualmente y hablan sin parar, sí, pero proceden de otras circunstancias y hasta persiguen otros anhelos, aunque el más importante, el encuentro amoroso entre dos jóvenes, pueda ser común a ambas. También, como han destacado varios colegas, flotan en el ambiente los de CLERKS de Kevin Smith, por su estética, comienzo y profesión del chico, o de la deliciosa ONCE, a la hora de abordar con desenvoltura y desparpajo ese encuentro por diversos lugares de la ciudad.
Es un destacado exponente de lo que se conoce como cine “indie”, pero a mí, como ya le empieza a pasar a algún amigo, me genera cada vez más urticaria eso de ir colgando etiquetas. Sí, está hecha con dos dólares y, en teoría, a contracorriente de los grandes estudios, pero eso no deja de ser una peculiaridad de lo que verdaderamente importa, por encima de que resulte ser cara o barata, y es el ser una estupenda película.
Agradezco su ternura, su complicidad, cercanía, calidez, lo conmovedora que resulta dentro de su sencillez. Y ojalá ese desorientado Wilson y esa alocada Silvia no continúen sintiéndose tan solos en el futuro, que ante próximas celebraciones navideñas o de otro tipo vuelvan a encontrar un refugio afectivo aunque sea provisional... y si es dándose calor el uno al otro, mejor que mejor. Es fácil que muchos nos identifiquemos con sus reflexiones o sentimientos.
Igualmente agradezco la frescura que desprenden sus diálogos, ese sentido de la observación y gran capacidad para mostrar la vida cotidiana de las personas, o para describir su soledad, el desamparo, el vacío, la necesidad de afecto de alguien aunque solo sea por una noche.
Y qué bien suena ese WINDS OF CHANGE de los Scorpions. O qué bien queda ese romanticismo sin plastificar que gasta, tirando de un platonismo en modo alguno desfasado. Qué buena elección la de su director, Alex Holdridge, al optar por ese monocromático y de lo más atractivo blanco y negro. Me encantan Scoot McNairy y Sara Simmons, me resultan de lo más acogedores.
Pese a contar con varios seguidores, uno de esos títulos de los que no está de más volver a reivindicar.
Frase:
“14 horas para el Año Nuevo. 12 millones de personas en Los Ángeles. 1 conexión no debería resultar tan difícil…”
José Luis Vázquez