Director: David F. Sandberg
Intérpretes: Stephanie Sigman, Talitha Bateman, Lulu Wilson, Philippa Anne Coulthard, Grace Fulton, Lou Lou Safran, Samara Lee, Tayler Buck, Anthony LaPaglia, Miranda Otto, Javier Botet
Sinopsis: Varios años después del trágico fallecimiento de su hija, un juguetero que crea muñecas y su mujer, acogen en su casa a una enfermera y un grupo de chicas tratando de convertir su casa en un cálido orfanato. Sin embargo, los nuevos inquilinos se convertirán en el objetivo de Annabelle, una muñeca poseída por un ser demoníaco. Secuela de "Annabelle" (2014). (FILMAFFINITY)
La irrupción en 2013 de la magnífica EXPEDIENTE WARREN trajo como consecuencia una secuela –EL CASO ENFIELD- a su altura o casi mejor tres años después y un “spin-off” sobre uno de sus personajes inicialmente animados pero a la postre más compulsivos y sobrecogedores de la misma, la muñeca antigua Annabelle. No falla, estas junto a los payasos está demostrado que son de los elementos más perturbadores que transitan por estas tramas escalofriantes.
En torno a una de ellas, que parte de un referente “real” (la original se encuentra bajo urna de cristal en el museo del matrimonio Warren, Ed y Lorraine, y parece ser que continúa siendo bendecida cada mes por un sacerdote), gira esta producción terrorífica, que no viene sino a ser una precuela de ese derivado. Unos orígenes muy bien ambientados tanto temporal como escenográficamente.
Constituye otra muestra más de la buena salud que viene atravesando el género en Estados Unidos (en España va relacionado a un cierto esplendor en los últimos tiempos) desde hace cinco años aproximadamente, de un siglo XXI que ya había comenzado muy bien con las excelentes aportaciones de M. Night Shyamalan pero que parecía haberse estancado a mediados de la década de los diez.
Su director, el sueco americanizado Adam F. Sandberg, viene a sumarse a un amplio listado de especialistas que a base de destreza, solvencia y oficio están sacando adelante grandes o modestos proyectos caracterizados en un elevado porcentaje por la maestría, o por su eficacia eficacia y profesionalidad, como es el caso.
Es conveniente aclarar que pese a tener un currículum plagado de brillantes cortometrajes de horror de considerable éxito o haber tocado registros documentales, este es tan solo su segundo trabajo –también en Hollywood- tras el apañado, atractivo y aceptable NUNCA APAGUES LA LUZ.
Junto a Mike Flanagan, responsable de la notable OUIJA: EL ORIGEN DEL MAL, un válido ejemplo de secuela/precuela superior al original, cabe ya incluirlo en una lista de jóvenes talentos que vienen mostrando sus válidas credenciales dentro de estos terrenos en los que el espanto, el miedo, el sobresalto son los reyes. Desde luego Sandberg como alguno de sus maestros, el gran James Wan por ejemplo, muestra apreciable desparpajo a la hora de utilizar profundidades de campo o plano secuencia de limitado pero funcional efecto.
Sin excesivos entusiasmos, ya me había gustado y conseguido hacérmelo pasar bien mal con su antecesora y esta siguiente propuesta mantiene el tipo y me hace concebir esperanzas ante su inminente futuro (ya ha sido contratado para sacar adelante al personaje de cómic Shazam). Manufactura la típica película de sustos, alguno más inesperado otros más recurrentes, que parte de una primera parte que tira más bien de inquietud y suspense para derivar en la típica casa de los horrores y los pasmos aunque sin cargar mucho las tintas y resultando en todo momento de lo más eficiente.
Pozos, espejos, graneros, todo sirve para sembrar la desazón. También el hecho de que una de las crías protagonistas tenga problemas de movilidad contribuye dramáticamente a potenciar la tensión. Además, ya su enérgico comienzo pone en situación.
De alguna manera revitaliza discretamente modelos, pautas y tópicos habituales en este tipo de historias, los actores son creíbles y demuestran asustarse y asustarnos bien, aparte de haber conseguido una atmósfera entre semigótica y rural francamente resultona.
José Luis Vázquez