jueves, 5 de junio
jueves, 5 de junio
Director: Enrique Gato
Intérpretes: Animación.
Sinopsis: Secuela de la exitosa 'Las aventuras de Tadeo Jones' (2012). Tadeo en esta ocasión irá a la Alhambra, buscando pistas que le lleven a encontrar el tesoro del Rey Midas. (FILMAFFINITY)
Reconociéndole méritos no participo del entusiasmo de mis colegas ni de parte del público respecto hacia la que ya parece ser una franquicia en toda regla de ese aprendiz rústico e hispano de TADEO JONES (todo un exitazo su aparición, más de 40 millones de euros en 2012). Sin duda la primera entrega de la serie, al igual que esta segunda, muestran una competencia profesional digna de agradecer por estos pagos. Diré más, esa primera salida a escena constituyó incluso, sin constituir ningún logro especial, una refrescante propuesta. Pero insisto en algo que me parece fundamental, trátese de animación, documental o del género que sea, la fundamental importancia del texto, del guión. Este aspecto me parece siempre clave. Y es en lo referido al mismo es en lo que cojea ostensiblemente esta secuela.
Diálogos y argumento me resultan en exceso aniñados, básicos. Y es una lástima porque técnicamente se vuelve a mostrar una solvencia plausible, ahí está para corroborarlo el deslumbrante comienzo en el fondo marino. Pero eso a mí la mayoría de las veces no me parece suficiente. Y es que no basta con tomar un referente del éxito contrastado de Indiana Jones (hasta en el subtítulo de REY MIDAS hay guiños a Spielberg) para hacer una parodia sin currársela más, por mucho que el público potencial, los niños, parece que no vaya a exigirles mucha rascadura de imaginación.
Pese a ello valoro discretamente que vuelva a tirar de humor blanco, que no necesite del trazo grueso para hacer gracia a toda costa. Vamos, para que me entiendan, que no tenga que recurrir lenguaje ridículamente deslenguado de SHIN CHAN y similares.
Que, además, Enrique Gato y David Alonso, sus directores, le impriman a esto cierto ritmillo dentro de esos parámetros infantilones, va a favor de la platea. Es lo que tiene la viñeta, el tebeo, que es un tanto agradecido, pues casi por su propia concepción obliga a que tires de un poco de vidilla, aunque por supuesto también en esto tipo de propuestas tengan cabida todo tipo de tendencias y registros. Pero el estilo Ingmar Bergman no abunda precisamente.
En fin, juega con una serie de coartadas o complicidades, que no me bastan para contar con mi beneplácito, y ya es raro, dada mi habitual actitud positiva o condescendiente. No se quiera buscar por ello ninguna manía hacia sus autores ni nada parecido. Sencillamente comencé a aburrirme muy pronto de comenzada su proyección y ni tan siquiera esa tontorrona momia flamenca consiguió alterar mi estado de medio sopor durante toda la proyección. Además, apenas saca partido de los personajes secundarios.
En cualquier caso, no hace falta ser muy perspicaz, estoy convencido que funcionará bien en taquilla, ahora sobre todo que coincide con la vuelta vacacional de los menudos de la casa, algo por supuesto que hará la felicidad de sus productores y también de la industria española del cine, tan necesitada de buenos dividendos, más que nada para que siga dando de comer a numerosos profesionales, muchos de ellos con grandes capacidades… y aquí hay unos cuantos que dan el do pecho pero que habrían visto lucir más su trabajo si el basamento hubiera tenido otra consistencia.
José Luis Vázquez
