domingo, 15 de junio

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Estreno en Royal City

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El jugador de ajedrez ()

Director: Luis Oliveros

Intérpretes: Marc Clotet, Melina Matthews, Alejo Sauras, Stefan Weinert, Mike Hoffmann, Andrés Gertrúdix, Pau Durà, Lionel Auguste, Maarten Dannenberg, Christian Stamm, Juan Del Santo, Blanca Zurdo, Karlos Klaumannsmoller, Scott Alexander Young, Martin Angerbauer, Jaume Cervera

Sinopsis: En 1934 Diego Padilla gana el campeonato de España de ajedrez y conoce a una periodista francesa, Marianne Latour, de la cual se enamora. Pasados los años Marianne convence a Diego para que junto con la hija de ambos se vayan a vivir a Francia, donde poco tiempo después Diego será acusado de espía por los nazis y encerrado en una prisión de las SS. En la prisión, Diego intentará sobrevivir en un entorno hostil gracias a la afición al ajedrez del coronel Maier, el oficial al mando, un hombre hierático, hedonista e imprevisible. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 2 estrellas

Como habían sido varios los colegas que la habían recibido tan bien, asistí con cierta expectación a ver esta película. Mi frustración es considerable. Suele pasar. A la inversa, le sucede a muchos lectores u oyentes de mis sesiones conmigo, con mis valoraciones.

Trataré de resumir mi impresión en dos frases. Su ritmo es considerablemente apelmazado y me la creo más bien poco, sobre todo por una dirección, un guión muy  y unas interpretaciones un tanto forzadas o hieráticas.

Al ser una producción de época –los años 30 del pasado siglo en París e inicialmente en España, supongo que Madrid, se me escapó el dato-, la ambientación intenta ser esmerada, hay un esforzado trabajo profesional, pero se queda en típica de teleserie española, apañadita y demasiado impoluta. Y un tanto raquítica, pues al no contar con un presupuesto excesivo, hay que disimular como buenamente se puede. No hay más que fijarse en las escenas resueltas en planos generales con extras, ahí son más apreciables las limitaciones. O en esos planos de aviones sobrevolando el cielo de la ciudad luz por excelencia, o la bandera nazi que se cuelga con la torre Eiffel de fondo, una –como se decía antes- sobreimpresión, que como la escena anteriormente mencionada, es un tanto cantosa.

Pero lo más importante, la cuestión, la estructura dramática me resulta sin garra, acartonada. Los diálogos son expuestos de manera sosa, monótona, suenan a demasiados manidos, sin relevancia alguna, más bien tirando a muy pobretones.

También los actores me distancian, me parecen maniquíes, muy estáticos, pues no se debe confundir sobriedad con inexpresividad. Están dirigidos de una forma falsamente académica, sin mordiente. La belleza y la preparación preparación de Melina Matthews no encuentran acomodo, idéntico paralelismo en una interpretación con la que no puede lucirse, pues acaba mostrándose más bien como una esfinge. Y a Marc Clotet lo encuentro muy tieso.

Habrá sido premiada en Houston, o podría serlo en Sebastopol, pero me resulta insuficiente (buenas intenciones, flojos resultados), me sabe a poco, me deja la miel en los labios por lo estupenda película que podría haber sido –la historia es de lo más atractiva, no así el guión, plomizo y reiterativo hasta decir basta- y que ni por lo más remoto es.

Si quieren disfrutar de verdad con dos películas relacionadas con el ajedrez intenten revisar, si no lo han hecho ya, con la producción alemana de 1960 JUEGO DE REYES de Gerd Oswald (basada en una novela de Stefan Zweig), la también germánica de 1978 EL JUGADOR DE AJEDREZ de Wofgang Petersen (poco antes de dar su salto a Hollywood), la india de 1977del gran Satyajit Ray LOS JUGADORES DE AJEDREZ, la francesa de 1994 LA PARTIDA DE AJEDREZ  y con la estadounidense de 1993 EN BUSCA DE BOBBY FISCHER del gran guionista Steven Zaillian.

Tan plana a la baja… como insustancial.

 

 

José Luis Vázquez