Director: Garth Davis
Intérpretes: Dev Patel, Sunny Pawar, Nicole Kidman, Rooney Mara, David Wenham, Nawazuddin Siddiqui, Tannishtha Chatterjee, Deepti Naval, Priyanka Bose, Divian Ladwa
Sinopsis: Saroo Brierley es un niño que con tan sólo cinco años se perdió en las calles de Calcuta, a miles de kilómetros de casa. Tras un largo viaje acabó siendo adoptado por una pareja australiana. Veinticinco años después, con la única ayuda de Google Earth, Saroo intentará encontrar a su familia biológica.
Dos partes conforman esta inteligente, contenidamente emotiva y penetrante película de producción australiana con distribución estadounidense. Aparentemente son asimétricas pero se acaban complementando perfectamente. La primera se centra en un crío indio (de la India) perdido en las calles de Calcuta, a más de 1500 kilómetros de su hogar. La segunda alude a este mismo chaval veinte años después, cuando es un joven universitario que ha sido adoptado en todo ese tiempo por un matrimonio australiano, para quien es más importante atender a los niños que hay perdidos en el mundo que traer a los propios.
Por deformación profesional suelo leer mucha información sobre los estrenos que veo, es una inveterada costumbre que me cuesta mucho dejar, sencillamente porque no lo deseo. Lo cual inevitablemente genera alguna que otra colisión respecto a mi perspectiva, lo cual ni por ello anula ni condiciona mi propio criterio. En este caso, repaso bastantes comentarios previniendo sobre su sentimentalismo y sensiblería, sobre todo en ese segundo tramo. Pues miren por dónde vuelvo a discrepar. Pienso más bien lo contrario, que resulta bastante pudorosa allá donde otros hubieran introducido el escalpelo empapado en fáciles lagrimones.
Precisamente un cierto tono distanciado sin por ello evitar la emoción queda, sin subrayados, es lo que la distingue de otras empresas parecidas. El hecho de que esté basada, parece ser que bastante fielmente en un elevado porcentaje, en hechos reales ni le concede ni le resta nada, salvo la lógica y entendible exclamación ante lo que la propia vida genera.
Lo que sí me resulta sorprendente es que su director, Garth Davis, pese a su respetable experiencia en el campo de la publicidad y hasta en el de alguna serie televisiva, se muestra muy ducho al manejar el material delicado que tenía entre manos, fácil de caer en el desmelene, el exceso, o en el esteticismo gratuito.
Se apoya en una fotografía que evita la tarjeta postal o el recurrente exotismo, en silencios e imágenes sin excesivos acompañamientos de diálogos, al menos en su hora inicial, lo que le lleva a elaborar un manifiesto sin doctrina que podría avalar perfectamente, o utilizar como bandera, cualquier ONG entregada a la causa de esos pequeños desfavorecidos, que en el mundo son legión.
A propósito del aquí protagonista, me resulta admirable ese retrato cuasi naturalista, desolador, que lleva a cabo Sunny Pawar, de apenas 5 años, encarnando a Saroo Brierley, en cuya autobiografía se han inspirado los autores de esta propuesta tan solo relativamente modesta en lo referido a su presupuesto. Porque en todo lo demás, demuestra madurez y elevadas miras creativas.
Me llega hondo sin apelar a efectos melodramáticos contaminantes, apelando al rigor narrativo, trufado de oportunas y destacadas elipsis, y a grandes interpretaciones, tanto de los actores jóvenes como de los más consagrados, en especial de un conmovedor Dev Patel y de una magnífica Nicole Kidman.
Destacar como curiosidad, y no he visto rastro alguno de patrocinio, eleva a protagonista puntual a una herramienta tecnológica tan en uso como el Google Earth, algo que a algunos todavía nos suena a chino. Cada vez más, según voy acumulando años, me identifico con los vaqueros crepusculares de DUELO EN ALTA SIERRA.
Es brillante sin ostentación de ningún tipo, penetrante sin hacer alardes y bella sin recurrir a lirismos forzados. Trata asuntos mayores como la familia, las raíces, la propia identidad, sin necesidad de arrojar tinta florida. Y de paso, despierta conciencias sin necesidad de dar brasa alguna.
No me parece su gratuita su elección entre las nueve mejores películas de los Oscar. En total, acumula seis nominaciones, sumen a la ya citada, actor, actriz secundaria, guión adaptado, fotografía (verdaderamente brillante en su ejemplar austeridad, tirando de excelentes planos generales supongo que sugeridos por el director) y banda sonora.
José Luis Vázquez