miercoles, 16 de julio
miercoles, 16 de julio
Director: John Hamburg
Intérpretes: Bryan Cranston, James Franco, Zoey Deutch, Megan Mullally, Griffin Gluck, Keegan-Michael Key, Andrew Rannells, Zack Pearlman, Adam DeVine, Cedric the Entertainer, Kaley Cuoco, Jacob Kemp, Steve Aoki, Gene Simmons, Paul Stanley, Elon Musk
Sinopsis: Durante sus vacaciones, Ned (Bryan Cranston), un padre sobreprotector y su familia visitan a su hija en la Universidad, donde conocerán a su mayor pesadilla: su novio, Laird (James Franco), un multimillonario de Silicon Valley bien intencionado pero socialmente bastante complicado. El conservador Ned, piensa que Laird es la pareja menos apropiada para su hija. La rivalidad unilateral y el nivel de pánico de Ned se disparan cuando descubre además que Laird está a punto de hacerle a su hija "la pregunta".
Cojo carrerilla respecto a este estreno. Lo de carrerilla lo utilizo en el más amplio sentido del término, salgo disparado de la butaca (contribuyen también a ello dos verdaderos antediluvianos que han acudido a la sala pensando que están en el salón de su casa y con pésimos modales) veinte minutos antes de su finalización. No sé cuánto se fiarán de mi criterio cinematográfico. Aunque apenas lo hicieran, sitúense a considerable distancia de esta mamarrachada en toda regla.
¿Es el neoyorquino John Hamburg uno de los peores directores y escritores de comedia existentes en la actualidad? Es posible ¿De los más burdos? Sin lugar a dudas. Que sus historias se pueden parecer a la realidad… Sí ¿y qué? Desde luego su carrera, sin suponer jamás un logro, ha ido de más a menos. El firmante de la simpática Y ENTONCES LLEGÓ ELLA con Jennifer Aniston o el guionista de la muy divertida LOS PADRES DE ELLA, se ha ido impregnando con el tiempo del nocivo estilo Judd Apatow, y sus trabajos me resultan cada vez más insufribles e inaguantables. Es el caso de esta muestra lamentable en la que no sé que hacen ahí el veterano y estupendo Bryan Cranston (BREAKING, DAD) y el joven James Franco (el hijo de Duende Verde en la muy apreciable franquicia de SPIDER-MAN de Sam Raimi, EN EL VALLE DE ELAH, MI NOMBRE ES HARVEY MILK, TRISTÁN E ISOLDA, 127 HORAS).
Cranston está pasado, peor aún, sobrepasado. Y Franco tiene que pechar con un personaje de una imbecilidad considerable. Que la hija del primero se pueda enamorar de éste espero que no constituya un síntoma de estos o de cualquier otros tiempos. Entre medias, las dos chicas que aguantan un poco mejor el tipo, entre otras cosas porque no tienen tanto protagonismo y la segunda se limita a poner caras monas. Ellas son las apenas conocidas por estos pagos –que yo sepa, claro, igual salen en alguna de esas tantas series que todavía no tengo fichadas- Morgan Mullally (la esposa) y Zoey Deutch (la retoño).
La tosquedad y la chabacanería se adueñan en todo momento de lo visto en pantalla. Dado el libreto urdido, creo que ni Spielberg, ni Eastwood, ni Coppola o Scorsese podrían salvar esta idiotez. No quiero recurrir al mismo tipo de exabruptos facilones utilizados en la trama, pero sinceramente, no me dejan opción a otra cosa.
Piénsenlo antes de verla: Mi tiempo es valioso… Mi tiempo es valioso… Y a partir de ahí, ustedes tienen la última palabra. Pero quedan avisados.
José Luis Vázquez
