Director: Nacho G. Velilla
Intérpretes: Carmen Machi, Arturo Valls, Belén Cuesta, Macarena García, Leo Harlem, Jon Plazaola, Yolanda Ramos, Carmen Ruiz, Carlos Santos, Salva Reina, Goizalde Núñez, Antonio Pagudo
Sinopsis: Quien no haya soñado alguna vez con que le tocaba la lotería que levante la mano. Todos hemos jugado a imaginar lo que haríamos si nos convirtiésemos en millonarios de la noche a la mañana: cambiar nuestro modesto utilitario por un descapotable de lujo, dejar nuestro tercero sin ascensor por un chalet con piscina y pista de pádel... o, simplemente, la satisfacción de hacerle al jefe un sonoro corte de mangas. Pero... ¿qué pasaría si se cumpliese ese sueño? ¿Qué pasaría si te tocase la lotería, encontrases la solución a todos tus problemas, pero no pudieras cobrar el premio porque al hacerlo todo el mundo descubriría tu afición a frecuentar a señoritas de moral distraída?
A mí alrededor asisto a las descoyuntadas carcajadas de muchos, algo que respeto pero que no comparto en modo alguno ¿Estaré viviendo un déjà vu de cuando asistía hace años a ver las comedias ozorianas o landistas?
De nuevo me da mucha pereza referirme a una producción de este corte y sobre todo confección, una burda y cuchufletera muestra supuestamente humorística que remite a una parte importante de nuestro cine más casposillo de hace cuatro o tres décadas. Una visión facilona, morcillera, de la España más acentuadamente de charanga y pandereta.
Y, desde luego, nada original aunque tan solo me refiriera a su estricta trama. Supongo que ya estarán informados pero la cosa va sobre premio de la lotería de Navidad que cae en un club de alterne de una pequeña localidad, con la consiguiente disyuntiva y problemas familiares que pueda ello conllevar a los agraciados al ser descubierta su identidad.
Seré más preciso, esto ya se vino a contar en el cine español. En 1973 para ser aún más exacto, dirigida por el notable José Antonio Nieves Conde (SURCOS, LOS PECES ROJOS, EL INQUILINO) con el título de LAS SEÑORITAS DE MALA COMPAÑÍA. El reparto allí concurrido hoy en día se cotizaría al alza. Entre otros figuraban/figuran Isabel Garcés, Concha Velasco, María Luisa San José, Esperanza Roy, Marisa Medina, José Luis López Vázquez, José Sazatornil, Emilio Gutiérrez Caba, Tota Alba, Manolo Gómez Bur, Ismael Merlo o Juanito Navarro.
Su rodaje tuvo lugar en la toledana Yepes. La que aquí me ocupa lo ha sido en el municipio oscense de Grau. Y su reparto también acumula talento, aunque en algún caso aún por consolidar o demostrar: la joven y guapa Macarena García (en un papel descabellado del todo aunque ella luce bien, recordable en PALMERAS EN LA NIEVE), la siempre eficaz Carmen Machi (aún en proyectos tan desafortunados como éste), Jon Plazaola, Leo Harlem (en un debut que supone casi de lo mejor de la función), Yolanda Ramos, Arturo Valls… Y Tito Valverde y Miguel Rellán, que como alguien ha apuntado certeramente, emulan en cañí a los dos vejetes –con boina- de los Teleñecos.
El director, Nacho G. Velilla, obtuvo con anterioridad un respetable éxito comercial –PERDIENDO EL NORTE- y un también respetable traspié –QUE SE MUERAN LOS FEOS- pero es perseverante en estos registros. Su bagaje y considerable experiencia televisivas (7 VIDAS, AÍDA…) parece que le facilita conectar con ciertas bolsas de espectadores.
Se reboza en un humor costumbrista, de bastante brocha gorda y un tanto sonrojante por momentos. Es comedia populachera “typical spanish” sin rasgo alguno de distinción. Como punto de partida no estaba mal, pero los resultados sobre la pantalla son decepcionantes. Está claro que la sutileza no es el fuerte de sus responsables, sino el astracán reiterativo y socorrido. Los personajes expuestos son más bien estereotipos de andar por casa, topicazos de boina y lubricante.
Esta enésima revisión o variante, en chusco, de aquella setentera y entrañable CRÓNICAS DE UN PUEBLO, no aporta absolutamente nada al género. Es tan rancia como sus antecesoras.
La frase que adjunto a continuación es bastante indicativa de su comicidad, que gustará a unos y a otros más bien nos espanta
“El dinero servirá para tapar algún agujerillo… pero para agujerillo el que nos han pasado los agraciados” (Carmen Machi, madame del burdel)
José Luis Vázquez