Director: Susanna White
Intérpretes: Ewan McGregor, Stellan Skarsgård, Damian Lewis, Naomie Harris, Alicia von Rittberg, Grigoriy Dobrygin, Jeremy Northam, Mark Stanley, Pawel Szajda
Sinopsis: Una joven pareja británica se va de vacaciones a Marruecos. Allí conocen a un carismático millonario ruso que asegura pertenecer a la mafia rusa, donde es el mejor del mundo blanqueando dinero. El mafioso les invita a una fiesta donde les pide ayuda para solicitar asilo político en Inglaterra a cambio de contar todo lo que sabe, desenmascarando a todos los implicados, sus compañeros mafiosos, banqueros e incluso políticos británicos... Adaptación de la novela homónima de John le Carré.
Sin que me genere ningún clamor especial UN TRAIDOR COMO LOS NUESTROS (OUR KIND OF TRAITOR) me remite a un cine que era bastante frecuente en los 60 y 70, habitado por espías, probos funcionarios policiales, expeditivos delincuentes y ciudadanos comunes y corrientes que estaban en el sitio indebido en el momento inadecuado.
Admito que no sirve de consuelo pero las corruptelas de todo tipo no solo son cuestión de España sino que desgraciadamente forma parte de la condición humana en cualquier latitud. Así lo demuestra esta consistente adaptación del especialista en espías e intrigas y ex agente del MI5 John Le Carré.
Si digo a continuación que la producción es británica, podrán suponer que, casi como mínimo, van a encontrarse con un trabajo pulcro y de una corrección formal agradecible.
No mucho más supone lo que van a ver, pero no me parece poco. La intriga es demasiado predecible, los actores cumplen con sus cometidos y los lances se van sucediendo con una discreta y aséptica agilidad.
Lo que sí queda expuesta una vez más es un postrer consecuencia o capítulo de una Guerra Fría que no parece del todo acabada sino convenientemente reescrita o reconducida. En este caso aborda la connivencia entre la mafia rusa infiltrada en Europa y algunas cúpulas del poder del país de Dostoievski con banqueros o políticos británicos con intereses y negocios en la city. Un capítulo más, ficticio pero con sustrato real, de estas inagotables relaciones económicas… y de poder. Apetece pensar que es una trama inventada, pero en algunas ocasiones los hechos han resultado y continúan resultando tozudos. No hay más que echar una ojeadita a los periódicos de vez en cuando, tampoco hace falta que sea frecuentemente.
Constituye la segunda película de Susanna White, una realizadora principalmente de televisión, que debutara en la gran pantalla con una respetable secuela de LA NIÑERA MÁGICA y que aquí vuelve a demostrar hechuras y solvencia para contar las cosas… sin provocar apasionamiento. Algo también bastante habitual en el ADN del cine inglés desde tiempos inmemoriales, lo cual por otra parte me parece una cualidad para el mantenimiento de la industria.
Esta intriga de espionaje internacional ofrece (otra constante), además, un buen reparto (Ewan McGregor, Naomie Harris) que confiere fuste al asunto, del que destaco a Damien Lewis (HOMELAND) en un personaje muy prototípico y al llena pantallas sueco Stellan Skarsgard como inquietante blanqueador y criminal llegado del frío moscovita.
Al menos deja el buen sabor de boca de que todavía queda gente decente y honesta dispuesta a contrarrestar… aunque los más desencantados y escépticos no nos fiemos ya de nuestra sombra. Lástima que no incidieran más en ese carácter de descreimiento generalizado.
De acuerdo, no sorprende… pero me hace pasar dignamente el rato.
José Luis Vázquez