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Diario de un Cinéfilo Compulsivo

 

Lunes, 16 de marzo

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Foto: Richard Widmark en La ley del talión/The last wagon

-Qué mejor que un western clásico y olvidado para seguir encarando esta primera semana de reclusión. Ni más ni menos que LA LEY DEL TALIÓN (THE LAST WAGON) del enorme, mayúsculo cineasta siempre a reivindicar Delmer Daves:

Estén muy atentos a la emisión de esta excepcional película del Oeste, una verdadera gema, no suficientemente conocida ni valorada.

Fue rodada por el extraordinario cineasta estadounidense Delmer Daves (¿algún día se le hará verdadera justicia?, claro como no lo estudiaron tan a fondo los de Cahiers no tiene lamentablemente el mismo tirón “mediático” que otros contemporáneos) entre otros dos memorables exponentes del género, JUBAL, con Glenn Ford y Valerie French, todo un despliegue atípico e insólito en el género de tensión sexual entre sus protagonistas, y  la referencial EL TREN DE LAS 3:10, de nuevo con el gran Ford al frente del reparto y otro profesional añorado, Van Heflin.  

Daves haría nuevamente un alarde majestuoso y alejado de cualquier tentación petulante de lo que es dirección cinematográfica. Vuelve a utilizar con infinita elegancia esos movimientos de grúa tan habituales en su cine, a utilizar ejemplarmente el formato cinemascope y a aprovechar inmejorablemente bellísimos escenarios naturales, de Arizona en este caso, como un elemento dramático más de la historia.  

Y otro de esos actores fuera de serie de la época, Richard Widmark, viviendo posiblemente su cénit artístico, nos lega un personaje para los anales. El medio mestizo Comanche Todd, un individuo complejo, ambigüo, individualista y heroico. Secundado por dos bellezones como la que fuera esposa de Jack Lemmon, Felicia Farr y Susan Kohner. Más, entre otros, James Drury, inolvidable Virginiano televisivo.  

Despliega otras múltiples virtudes: la ya citada fotografía de Wilfred M. Cline, la banda sonora de Lionel Newman, un poderoso estudio de personajes, acción rebosante, suspense y una dinámica y lúcida reflexión sobre el racismo, entre otros asuntos importantes.  

Un vigoroso western del que siempre que lo evoco aunque lo recuerdo profusamente y con multitud de bellas secuencias e imágenes, hay una foto finish que es la primera en acudir a mi memoria: Widmark esposado a la rueda de un carromato.