Foto: una escena de Plan oculto/Inside man
-A finales del pasado 2018 volví a reconciliarme con el cine del –indudablemente- talento Spike Lee. Es pues una buena ocasión para volver a revisar uno de los títulos más destacados –y menos así considerados- de su irregular, pero brillante filmografía. Me refiero a PLAN OCULTO (INSIDE MAN):
La obra de esta y de la década anterior –fundamentalmente, el del siglo XXI- y algunas salidas fuera de tono, la última a propósito de acusaciones sin fundamento a Tarantino por DJANGO DESENCADENADO (por la utilización de la palabra negro en tiempos esclavistas) han ido condenando paulatinamente al ostracismo creativo a la otrora esperanza negra, o afroamericana, del cine independiente USA Spike Lee. Menos mal que 2018 le ha vuelto a ver resurgir artísticamente con la notabilísima INFILTRADO EN EL KKKlan.
Y al menos en 2006 nos ofreció un destello valioso. Fue capaz de dejar a un lado sectarismos y militancias de raza, y dirigir un dinámico, fluido y trepidante “thriller” de robos perfectos como es este PLAN OCULTO. Y es que Lee es un profesional muy competente y capacitado al que a veces le pierden tonos discursivamente estériles.
Apoyándose en un guion sorpresivo y plagado de requiebros, que no descarta cierto sentido del humor, en la ya destacada dirección y en una factura visual moderna, de gran nivel, más el remate de un reparto de campanillas, nos regala una obra de lo más estimulante y vistosa.
Denzel Washington (siempre un seguro de vida, aquí como un expeditivo policía), Clive Own (está francamente bien, como un inteligente atracador) y Jodie Foster (una bróker un tanto especial) se reparten la mayor parte del pastel interpretativo. Pero, además, le secundan, entre otros, luminarias como Willem Dafoe, un venerable Christopher Plummer o Chiweter Ejofor.
Su tono sarcástico y clásico a la vez son otros alicientes para poder disfrutar de esta entretenidísima película de robos perfectos.