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Diario de un Cinéfilo Compulsivo

 

Miércoles, 21 de noviembre

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Foto: Luis Brandoni y Guillermo Francella en Mi obra maestra/Mi obra maestra

-Quinto estreno del fin de semana. De nuevo, otra muestra de la gran calidad e inagotable talento que continúa mostrando, exhibiendo el cine argentino. Me refiero a MI OBRA MAESTRA (MI OBRA MAESTRA):

Uno de los componentes de la estupenda dupla de EL CIUDADANO ILUSTRE (responsables también de las brillantes EL HOMBRE DE AL LADO y QUERIDA, VOY A COMPRAR CIGARRILLOS Y VUELVO), Andrés Duprat dirige en solitario esta comedia medio satírica –la otra media parte es dramática con sordina- de acidez atenuada por algún polvillo de almax aliviador y de tersa, por momentos imperceptible, negrura.

Y no bastaría solo con ello, pero sabe muy bien en todo momento de lo que habla. Téngase en cuenta que aparte de excelente guionista y potable cineasta, es un entusiasta del arte casi desde su más tierna infancia. Ha sido director del Museo de Bellas Artes en Bahía Blanca y del Museo de Arte Contemporáneo de la misma ciudad. También dirigió el área cultural y el Centro de Arte Contemporáneo Espacio Fundación Telefónica de Buenos Aires y ha sido director de Artes Visuales del Ministerio de Cultura argentino. En la actualidad es el director del Museo Nacional de Bellas Artes bonaerense. Así que por currículo no será.

Por tanto, de partida resultaba de lo más adecuado para hablar con conocimiento de causa sobre el mundillo pictórico aquí reflejado, de los intereses galeristas, los autores, las imposturas artísticas y el relativo valor crematístico en función de cuestiones nada baladíes como que el artista fallezca (a propósito de esto véase el caso más relevante de la historia, el de Vincent Van Gogh). Desde luego la (auto) crítica al mundo del arte queda patente, es evidente. Y su correa de transmisión, aunque obvia en algún pasaje, resulta lo suficientemente fina, sutil.

No se olvide en cualquier caso que, fundamentalmente, es una disertación a la manera porteña sobre la amistad, con sus bajadas y subidas, sus torneados y nobles sentimientos, sinceros, encontrados en varias ocasiones, reconciliadores, pero sin descuidar los nubarrones.

E, igualmente, supone un vistacillo en clave íntima al tiempo que vivimos. Inserta una frase de lo más demoledora pronunciada por Brandoni. Viene a decir más o menos, “cuando la humanidad se sienta en sus culos, ante un televisor a ver a veintidós adultos millonarios a un balón, no hay esperanza”.

Ya su comienzo apunta muy bien, con una brevísima y adornada presentación de la ciudad de Buenos Aires, al estilo de la que hiciera sobre Nueva York el Billy Wilder de LA TENTACIÓN VIVE ARRIBA o algún otro castizo ejemplo surgido en nuestras latitudes, valga el ejemplo de LAS CHICAS DE LA CRUZ ROJA y esa presentación del Madrid de mediados los 50.

Pero tiene sobre todo una cualidad esencial, entretiene en todo momento. Ayuda mucho a ello, aparte del ingenioso guion del propio Duprat, las fenomenales interpretaciones de dos veteranos de la escena y el cine del país de Borges, Guillermo Francella (EL SECRETO DE SUS OJOS) y LUIS BRANDONI (uno de los protagonistas del arrasador éxito ochentero, inserto en parecidos registros humorísticos, aunque con mucha mayor dosis de locura y negrura, titulado ESPERANDO LA CARROZA). Ellos por sí solos sostienen la función, con constantes réplicas y contrarréplicas, gestos afectuosos y

Y es que el retrato de individuos con diversas inteligentes, lúcidos y de gran riqueza psicológica, se ha erigido en una de las máximas virtudes de su breve obra cinematográfica. Y esta les aseguro que no supone una excepción.

No acaba de conseguir el definitivo alcance del CIUDADANO ILUSTRE, pero resulta muy apreciable. E, insisto, distraída sin bajadas de ritmo ni desfallecimientos... dentro de un tono contenido y apacible.

-Segunda sesión de la temporada de MediCine. Y otro apasionamiento tema a la palestra. Para ilustrarlo, se comenta la producción gala para televisión –para mí constituye una primicia- MARIE CURIE, UNA MUJER EN EL FRENTE (MARIE CURIE, UNE FEMME SUR LE FRONT) y contamos con la presencia de dos especialistas que ofrecen una brillante disertación sobre el asunto a tratar, Juan Pablo Rozas (ingeniero de Telecomunicaciones de la UCLM) y Antonio Gil (del Servicio de Radiofísica del HGUCR). Su exposición resulta de lo más amena –ilustrada además por la muestra de un vetusto aparato radiológico-  pese a que el tema se podía presentar inicialmente como un tanto árido​:

Mi disertación se centra en una serie de datos recabados vía Google y en citar varias de las versiones cinematográficas que se han llevado a cabo sobre un personaje femenino tan relevante. Desde la mejor y, probablemente, la más falseada, la producción Metro de 1943 dirigida por Mervyn Le Roy en el Hollywood dorado con la insigne Greer Garson (y su casi inseparable co partenaire Walter Pidgeon) hasta la más reciente, de 2016, de procedencia francesa y recientemente estrenada en España.

También gracias al impagable Google expongo algunos datos sobre la película televisiva sobre la que gira inicialmente la exposición, un telefilme galo esforzado y de apreciable esmero ambiental. En realidad, una docu ficción sobria y parece ser que rigurosa, enriquecida con imágenes de archivo sobre la Gran Guerra. Precisamente este fue el período álgido en el que la científica aplicaría felizmente sus descubrimientos de radiología.

En el frente, en la importante batalla de Marne, utilizó el primer camión con un equipo de rayos X, los “pequeños Curies”. Puso en circulación 18 de estos carros e instaló 200 puestos fijos en hospitales. Evitó la mitad de las amputaciones de aquella brutal Gran Guerra.

La francesa Dominique Reymond se ajusta perfectamente en el traje y la austera silueta de la protagonista, una científica de origen polaco que obtendría en dos ocasiones el Premio Nobel, el de Física en 1903 al alimón con su marido Pierre Curie y el de Química en solitario en 2011. Por su composición y esa estampa de austera silueta, de erudita vestida de negro, como se ha referido a ella algún colega, obtendía el priemio de nterpretación femenina en el Festival de Creaciones Televisivas de Louchon en 2014.

Su aportación acaba resultando lo más interesante de un conjunto un tanto soso y plasta (y raquítico en cuanto a medios de producción puestos en liza), junto a su carácter divulgativo y a las imágenes de archivo insertadas.

Recabo otra interesante información a través de la red: “Reivindica la figura del profesor Claudius Rigaud (Laurent Bateau), un oscuro investigador de Lyon, que compartió las instalaciones del Instituto Pasteur con Marie Curie y que gracias a su experiencia sentó las bases del moderno hospital”.