jueves, 5 de junio

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Barricada Cultural

 

Buscando la felicidad, cuarta parte. Friganismo

por L. Mariano Carmona Rodríguez

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Recién, que diría un argentino, llega a mi “Central de recepción de ideas y sugerencias para ser más feliz”, un término al que antes nunca había prestado atención. No venía sólo, ese mismo día reaparecieron mensajes de otras ocasiones: una imagen de Enrique Múgica (Expresidente de Uruguay), otra de Will Smith (“En busca de la felicidad”),una entrevista al profesor Serge Latouche con una frase impactante: “la gente feliz no suele consumir” y Matrix. Parece que la vida quiere decirme algo y le concedo más atención al término, “friganismo”, una opción de vida de la gente que se declara abiertamente feliz. Matthieu Ricard, el hombre más feliz del mundo, está totalmente desprendido de los bienes materiales. Pero quizás el término friganismo pueda rechinarle a más de uno, no por el concepto en sí, sino por el rechazo que suele producir el tener que “inscribirse” en un movimiento doctrinal con el que en muchos de sus preceptos no estaremos de acuerdo. Yo soy de esos.

Fuera doctrinas ortodoxas entonces, cojamos de aquí y de allá, una idea, un pensamiento, una tesis…, es entonces cuando me llega la idea de W. Smith: compramos bienes que no necesitamos, con dinero que no tenemos para impresionar a gente que en realidad, no le importamos. Suena duro, pero se me antoja cierta al 99%. Ya Séneca citó algo parecido y Séneca era un estoicista, promulgaban que el bien no está en lo externo, sino en la sabiduría y el domino del alma. Y dominar el alma no es fácil, sobre todo si los poderes económicos, los medios, los políticos, todo el mundo en general, ha lanzado una campaña para favorecer el consumismo, a gran escala, a todas partes, en cualquier dirección, por cualquier medio llegan mensajes de felicidad y consumo asociados, paralelos, directamente unidos. Y vuelve Matrix, “la mayoría de los humanos son parte del sistema, no están preparados para ser desconectados y muchos son tan desesperadamente dependientes del sistema que luchan para protegerlo”, es el síndrome del esclavo, que es feliz cuando su amo se pone las joyas, como si él mismo las llevara.

Y además está el tiempo, el todopoderoso tiempo, tan caro y a la vez tan gratuito. Tenemos trabajos de m… que sirven para comprar cosas innecesarias y que nos roba un tiempo precioso, el del día, de la luz, de la vida, el que gastamos y usamos para tener tiempo libre, ¿libre? Qué es el tiempo libre si no lo sabemos usar para otra cosa que no sea consumir y adquirir bienes casi siempre, innecesarios.

Ahora entiendo a los friganos, con estilo de vida anticonsumista, sólo con lo necesario y reutilizando, preservando el medio natural que nos rodea, como viven los mamíferos. Y es que a veces, la especie humana se comporta no como mamíferos que viven en equilibrio con su ecosistema, sino como virus, que se multiplican hasta agotar los recursos y una vez agotados, se trasladan a otro hábitat.

 

Foto: consumoresponsable