martes, 27 de mayo

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Barricada Cultural

 

El relicario

por Fernando Aceytón Sorrentini

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Regresado de mi periplo vacacional lejos de Hispania, me niego a seguir los seriales de moda en estos momentos: El ataque de los paletos mutantes (rodada en Cataluña) y Sánchez, estadista.

Prefiero transitar por otros predios mucho más sugerentes y, sobre todo, mucho más entretenidos.

En el año 1.997 se estrenó una película, mezcla de terror, aventuras, cine de catástrofes y ciencia ficción, titulada The Relic. Dirigida por Peter Hyams, la cinta, estrenada con todos los honores de la cartelera de aquel tiempo, parecía un más de las películas de serie B dirigidas a los incondicionales del género. Sin embargo, cosechó buenas críticas y quedó en el recuerdo de los aficionados. A mayor abundamiento, y en contra de lo habitual, no contó con secuela.

El referido film se basaba en una novela (la primera) de unos autores americanos que escriben a cuatro manos: Douglas Preston y Lincoln Child (Preston & Child).

Curiosamente, dichos autores empezaron a ser conocidos por el gran público gracias a la citada película, basada en la novela titulada El ídolo perdido. Este libro de 1.995 (que combina magistralmente elementos como las tradiciones indígenas, las supersticiones, el suspense, el terror y los seres monstruosos) toma como ambientación el siempre sugerente Museo de Ciencias Naturales de Nueva York y tuvo una continuación titulada El Relicario (para mi gusto mucho más terrorífica que la primera). Precisamente, esta continuación literaria (de 1.997), hace más incomprensible la ausencia de una secuela cinematográfica.

Lo que resulta verdaderamente relevante es que estas dos novelas son las primeras en las que aparece un personaje que ha devenido en un clásico absoluto del thriller fantástico actual: el agente especial del FBI Aloysius Pendergast. Alto, delgado, albino de piel espectral, millonario de muy extraña familia sureña, dotado de una fina inteligencia y usando unos métodos cuando menos “exóticos”, el personaje creado por Preston y Child viene a ser una especie de moderno Sherlock Holmes cuyas aventuras son seguidas con delectación por miles de lectores y fans y que está esperando que alguien ruede una película con un actor capaz de poner cara a la creación literaria.

El citado agente especial es el protagonista de una exitosa y literariamente competente saga, a la que nos referiremos en un próximo artículo. De momento sólo puedo decirles que, si tiene la oportunidad de echarse al coleto cualquiera de las novelas protagonizadas por Pendergast, va a pasar un rato estupendo. Y eso, en los tiempos que corren, no es moco de pavo.

Sean felices.

 

Foto: fantomas-cinemascope.blogspot.com