Después de la magnífica y extraordinaria serie danesa “Borgen” de la que en este periódico nos hicimos eco en su momento y que está siendo todo un éxito, volvemos a detenernos en otra gran serie danesa titulada “1864”, una superproducción al más puro estilo “Hermanos de sangre” o “Hijos del Tercer Reich”. Se trata de una miniserie de 8 episodios, producida por la Televisión Pública danesa y escrita y dirigida por el cineasta Ole Bornedal. En la actualidad está siendo emitida por Canal Plus Series.
La serie comienza su narración -con una voz en off - intercalando los acontecimientos de finales del siglo XIX con la actualidad.
En 2014 una joven llamada “Claudia” se encuentra sumida en una profunda depresión, debido a la muerte de su hermano en la guerra de Afganistán, lo que lleva a actuar de manera rebelde ante la vida. Es una joven triste, desmotivada, totalmente inadaptada a la sociedad. Los “Servicios Sociales” daneses toman cartas en el asunto y le consiguen un trabajo para redimir sus diferentes actos de vandalismo. Claudia, pagará su pena cuidando a un anciano gruñón que vive solo en una impresionante mansión a las afueras de la ciudad. Allí buscando algo que poder robar para obtener algo de dinero, se dará de bruces con un baúl lleno de joyas, viejas fotografías y un viejo diario personal de una joven llamada “Inge”. Claudia se meterá de lleno en la historia de su país a través del romance de dos hermanos, Peter y Laust, enamorados desde su infancia de su amiga Inge, pero sus vidas se verán alteradas en 1864, al estallar la Guerra de los Ducados entre Dinamarca y Prusia, una de las guerras más cruentas de la historia de Dinamarca. Ambos hermanos se alistarán en el ejército, viéndose involucrados en una de las batallas más sangrientas de la historia de Dinamarca “la masacre de Dybbol”. Todo ello llevara a Claudia a comprender y entender la importancia de la ética y de tener valores en la vida.
Resaltar que a parte de su magnífica puesta en escena y extraordinarias interpretaciones, la filmografía danesa nos muestra como hacer una revisión de su reciente historia, con sus luces y sus sombras; sin caer en buenos y malos, tan sólo narrando lo sucedido de la manera más objetivo posible. Cosa que no sucede en las series de televisión o películas sobre la historia de España, que se utiliza de manera torticera como arma arrojadiza entre unos y otros; así Dinamarca nos da un ejemplo de normalidad política y democrática.
Y sin más, les recomiendo que vean esta gran serie histórica danesa, llena de amor, desamor, amistad, traición, ambición, maldad, celos… En definitiva, como la vida misma.
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Foto: columnazero.com