lunes, 28 de abril

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Barricada Cultural

 

Il cuore e uno zíngaro

por Fernando Aceytón Sorrentini

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Otro año que se nos va. Otro año que cae al zurrón. Ya van siendo muchos. Yo ya estoy en el otoño. Espero llegar al invierno.

San Nicolás de Myra en Oriente (por el lugar de fallecimiento) o San Nicolás de Bari (por el lugar en que se encuentra enterrado) fue un obispo que vivió en el siglo IV. Es el patrono de Rusia, Grecia y Turquía. En la ciudad italiana en donde reposan sus restos se le han atribuido grandes milagros. En el orbe cristiano es un personaje notable porque su figura dio origen al mito de Santa Claus (o Klaus), también conocido como Papá Noel.

Por todo ello, y también por la sonoridad de su nombre, que el que esto escribe asocia al gran cantante Michele Scommegna, más conocido como Nicola Di Bari, se trata de mi santo favorito, y al que eme encomiendo en los momentos más delicados.

Así las cosas, y a la vista de que la cuestión “está muy malita”, como diría el inconmensurable Chiquito de la Calzada, he decidido encomendarme al Santo para que interceda por esa especie para nada en peligro de extinción, que son los gilipollas, con la idea de que ponga algo de orden en sus deshabitadas chocholas. De esta guisa intentaríamos, al menos, poner dique a la proliferación de tanto piernas que pace por los predios nacionales, tocando los tegumentos procreativos. Vasto empeño, se me hace, incluso para San Nicolás de Bari.

Se nos ha ido Moncho, el grandísimo cantante. Me quedo con las palabras de Juan de Dios Ramírez Heredia en su elegía contenida en la carta que nos remite desde Unión Romaní: “Ha muerto el dios del bolero. Ramón Calabuch Batista, alias “Moncho”, gitano, catalán, español, europeo y ciudadano del mundo.” Si a Uds. les gusta la buena música, les recomendó que escuchen su versión de Paraules de amor de Joan Manuel Serrat en el Gran Liceu de Barcelona en el año 2006. Descanse en paz.

Y para acabar el año, algo refinado y elevado: Gilbert Keith Chesterton. Uno de mis favoritos, uno de los grandes de verdad. Alguien que siempre nos enseña algo, que es de lo que se trata. En este caso recomiendo la lectura de Un buen puñado de ideas (Renacimiento). Enrique García-Maíquez y Luis Daniel González rastrean su obra para ofrecer, por temas la maestría del genio. Medio millar de páginas y más de dos mil aforismos. Gozoso.

Y si les gustan los mitos medievales, no dejen de echarse al coleto El Rey Arturo y sus Caballeros de la Mesa Redonda, de Roger Lancelyn Green, editado por Siruela.

Como vinos recomendados para esa cena tan especial de fin de año: Manzanilla Solear, de las bodegas Barbadillo. La esencia de Sanlúcar de Barrameda en una botella. Fina, alegre, intensa, seca, salina y sutil. Un gran vino a un precio irrisorio. Ideal para los entrantes y los mariscos presentes en esta noche. Y luego un Côte du Rhone asequible: Les Dauphins 2016. Garnacha y Syrah. Fresco, rico y fácil de beber. Recomendable para un corderito rico, rico.

Muy Feliz Año Nuevo.

Sigan con salud.

 

Foto: elboa.org