viernes, 29 de marzo

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Barricada Cultural

 

Gotas de un discurso

por Ignacio Gracia

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El 7 de noviembre tuvo lugar un evento auspiciado por el diario La Tribuna de Ciudad Real y por AQUONA sobre la importancia de la gestión del agua denominado “La sed del agua”. Aparte de discursos de representantes políticos o de empresas, el acto contó con la intervención de Joaquín Araujo, un hombre del renacimiento: escritor, cineasta y autor de numerosos libros. A pesar de estar retirado en el campo y de definirse como agricultor, es columnista habitual en los principales periódicos de España, y ha trabajado como director, realizador, guionista y presentador de series y documentales de televisión. Es un hombre que, por dar idea de su impacto sobre el planeta, ha plantado más de un árbol por cada día de su vida. Quizás recuerden una de sus más famosas películas documentales: “Nómadas del viento”

Joaquín habló sobre el agua con la mirada de un poeta, de un naturista. Habló desde dentro del agua; no en vano en la primera línea de su blog escribe que “mira el mundo con dos enormes gotas de agua”, sus ojos. A diferencias del resto de charlas técnicas, su discurso nos fue calando poco a poco. Permitirme que comparta con vosotros algunas notas tomadas a vuelapluma del mismo, dejad que el lenguaje del agua os llene de reflexiones que piden volver a ser releídas una y otra vez, como el propio ciclo de la vida:

-“Hay que vivir cerca de los veneros, de los manaderos de agua”. Sobre todo los científicos, los periodistas. Hay que tener las fuentes claras y limpias, es lo que va a definir la calidad de nuestra vida y de nuestro trabajo.

-“Estamos enterrando a la tierra, asfixiando al aire, ahogando al agua…”

-“Todo es agua. El trabajo hecho agua se llama sudor. El agua se renueva y vuelve al ciclo, permitiendo hacer realidad la reencarnación, todos somos una parte de San Juan de la Cruz, de los grandes hombres y mujeres que hollaron esta tierra. En concreto su agua”.

-“Sed DEL agua, no sed de agua. Porque el agua bebe de forma descomunal. El agua encadenada (encarcelada) nos libera. Al ensuciarse nos limpia. Al enfermarse ella nos sana a nosotros”.

-“Nuestro cuerpo no es sino una réplica a escala de una enorme red hídrica”.

-Volvamos a pensar en la reencarnación. “El carácter chino para el agua, si se le añade una simple tilde se transforma en el correspondiente a eternidad.” ¿Casualidad?

-“En Chino honesto significa literalmente: Aquel que se alegra al contemplar el agua”

Hoy os dejo estas pequeñas gotas para que caigan erráticas sobre vosotros al leerlas o releerlas, y que quizás se junten con otras muchas de vuestro propio interior. Puede que las gotas del discurso se canalicen en regueros, arroyos interiores o torrentes exteriores y que nos den idea algún día que este elemento nos conecta a todos en un ciclo. Quizás entonces descubramos que en realidad somos, sin pretenderlo, eternos.

 

Foto: sedenelplaneta.blogspot.com