Aúlla conmigo a la luna, Bewof. Déjame que te cuente la historia de tus ancestros. Tú, Bewof, príncipe de los elegidos, eres hijo de reyes. Los seres predestinados para dominar el planeta. El linaje que mantiene el secreto confiado desde el principio de los tiempos por nuestra diosa Luna. La que permite ver con su luz sutil los detalles ocultos a los profanos, no con la luz que abrasa cegadora, simple. Aquella que necesitan los ignorantes para su ciclo vital.

Descifra los códigos secretos que contiene la creación. Los rastros escritos por la naturaleza y repetidos por millones de voces invisibles a la noche. Historias que hablan de otras vidas, de otros universos, de batallas fantásticas y seres extraordinarios que hoyaron la tierra que ahora pisas. Todo el conocimiento y la belleza infinita, libre en el viento y accesible sólo a aquellos que como nosotros podemos olfatearla.

Respeta las tradiciones y a tu pueblo Bewof. Defiende a tu manada. Protege a tus cachorros. Honra a tu presa porque los dos sois la misma entidad primitiva. Al agua fresca que sigue su curso preciso en los arroyos, porque existe para ti desde siempre. Desconfía de los hediondos, de aquellos que caminan a dos patas. De los que huelen a miedo y a traición. De aquellos que nos quieren exterminar y creen que están ganando. De los que nos cazan miserablemente sin seguir las normas de honor. Los mismos que envenenan nuestros ríos y talan nuestros bosques. Los que esclavizaron a algunos de nosotros para convertirlos en unos sirvientes domesticados, fieles, pero ignorantes del secreto. Innobles. Pero ellos no saben, joven cachorro, que nos estamos reorganizando, que ganamos terreno. Somos el siguiente eslabón evolutivo, los que sobreviviremos. Pero debemos seguir las normas, las que ellos no respetan. El compromiso que adquirió nuestra raza cuando elegimos ser lo que somos después de nuestro viaje a través de las estrellas. Éramos Dioses, Bewof. Y elegimos ser libres y mortales en el planeta más bello jamás soñado. ¿Puedes oírlo, Bewof? El rumor que late en el viento. Millones de aullidos como el mío. Nuestra historia que no se pierde. Somos los descendientes de la raza de Dioses que decidieron ser mortales. De aquellos que se llamaban Urks. Los que decidieron encarnarse en la más bella de las criaturas, lobezno.

Aúlla conmigo Bewof. Aprende a seguir las sagradas reglas. Y respeta a los animales extraordinarios, existen incluso entre aquellos que nos persiguen. Sé tolerante, porque un día serás Rey. Deja que te cuente la historia de aquella noche en la que tu abuelo aulló junto a uno de los seres que caminan erguidos. Aquel que no olía a miedo. Su amigo.

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