miercoles, 16 de julio

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Barricada Cultural

 

El hombre que pudo reinar

por Fernando Aceytón Sorrentini

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¿Cuántas veces hemos oído aquello de que la realidad supera la ficción? Se ha convertido en un tópico muy socorrido, en un lugar común, vamos. Sucede, sin embargo, que en ocasiones el tópico es rigurosamente cierto.

La siguiente historia parece sacada de un libro de Rudyard Kipling o de la famosa película basada en la obra homónima de Mark Twain, El príncipe y el mendigo. El caso es que esta semana se ha conocido la muerte de Cyrus Ryza, el último descendiente de la centenaria familia real de Oudh, un principado indio, un reino disuelto por los ingleses den 1857, situado en el actual estado de Uttar Pradesh, muy cerca de Nepal.

Desde esa disolución han sido varias las generaciones de príncipes las que han mantenido viva la reclamación de sus derechos históricos. El reino de Oudh empezó a tener los días contados cuando, a mediados del siglo XIX, cayó el imperio mogol y se produjo la definitiva expansión de los británicos en la India. El último Nawab fue destronado acusado de corrupción. En realidad no fue ni mejor ni peor que el resto de sus pares, que reinaron hasta 1947; tuvo peor suerte. El príncipe destronado fue exiliado en Calcuta, y su mujer, la Begum, se sumó a la resistencia musulmana frente a los ingleses, hasta que se vio obligada a huir a Nepal. Sucesoras de esta princesa continuaron reivindicando el reconocimiento de su reino, manteniendo viva su reclamación.

Tras la independencia de la India la madre de Cyrus Riza, la Begum Wilayata Mahal y su esposo residieron en el palacio de Srinagar, donde nacieron nuestro personaje y su hermana, la princesa Sakima. En 1975 el palacio se quemó y la Begum junto con sus dos hijos se trasladó a Delhi, donde para publicitar su causa se instaló en la una sala de espera de la estación central de ferrocarril. Allí permanecieron diez años, junto con trece perros feroces y siete criados nepalíes, rodeados de alfombras persas y vajillas de porcelana china. Medios de todo el mundo se hicieron eco de tan insólita situación y al final intercedió la propia Indira Gandhi, entregando a la Begum y a sus hijos el fuerte Malcha Mahal, de setecientos años de antigüedad, levantado por el Sultán de Delhi y situado en sus afueras, para que se convirtiera en la residencia real. Las promesas de reforma jamás se cumplieron, y la Begum fallecía a los cinco años de instalarse. Nuestros protagonistas vivieron cuatro décadas en un estado de absoluta indigencia, en el fuerte semiderruido, rodeados de maleza, palomas, murciélagos y animales salvajes. Los príncipes que vivían como mendigos. El cadáver de Cyrus Riza fue encontrado por unos exploradores el pasado 2 de septiembre y su hermana falleció a principios de año. Con ellos se extingue la dinastía y su legendaria reclamación.

Resulta curioso, pero a veces parece que se producen coincidencias planetarias, como diría Leire Pajín. En la misma semana en que conocíamos la nueva hornada de “estrellas” Michelín, edición ésta en la que el restaurante El Doncel en Sigüenza ha sido galardonado con su primer macaron, aparece un magnífico reportaje en Fuera de Serie, el suplemento de fin de semana de El Mundo y Expansión. La bellísima ciudad medieval, situada a una hora y media de Madrid, bien merece aparecer en los papeles. Son muchos años y muchos esfuerzos para preservar el riquísimo patrimonio cultural de una ciudad en donde el turismo cobra una importante dimensión. La gastronomía y la hostelería resultan reseñables, con un puñado de casas absolutamente recomendables, entre las que destacan, Sánchez y Calle Mayor en la cocina regional y tradicional y El Doncel y Nöla como referentes de la alta gastronomía. En su momento haremos una reseña de estos restaurantes.

Como vino recomendado esta semana tenemos un vino de Utiel-Requena elaborado con bobal: Bobos 2015 de Bodegas Hispano-Suizas. Un vino excelente, con cuerpo, goloso, con mucha expresión frutal en nariz.

Sigan con salud.