Terminaremos esta serie con una pieza que, aunque clásica, es popular, lo cual no significa sólo que fuera famosa, que lo es. Me refiero a “Mr. Beveridge’s Maggot”, una danza, un baile rural inglés del siglo XVII. Y, tratándose de este tipo de bailes, “maggot” significa “capricho”, “extravagancia”. Así que “el capricho del señor Beveridge”, al que no tengo el gusto de conocer.
Esta danza apareció en el Playford’s Dancing Master en 1695, con una estructura que iba un poco en contra de los bailes de la época, creada por Pat Shaw. Posteriormente, Cecil Sharp le dio otra podríamos decir más común, tal y como aparece en el Palmer's Pocket Playford. Hablamos de catálogos de danzas.
Explicar los esquemas AAB o AABB, que se refieren a cruces de parejas, giros, movimientos de brazos y subidas y bajadas de los bailarines, resulta un poco complicado. Es mejor verlo. Si les apetece aprender a bailarlo, en Inglaterra siguen teniendo afición a este tipo de danzas y hay colgados muchos vídeos. También les gusta mucho el mundo de Jane Austen y hay clubes y asociaciones que recrean ambas cosas.
Pero bueno, si llegar haste ese punto les parece algo excesivo, pueden conformarse con varias adaptaciones al cine de sus novelas. Aunque esta danza no es contemporánea de la época de la escritora, ha tenido mucho éxito a la hora de ser seleccionada para recrear bailes, supongo que porque sus pasos (esos esquemas a los que me refería) son muy “resultones” en la pantalla.
La forma originaria de bailarla, la de Pat Shaw, es la que puede verse en “Emma”, la versión protagonizada por Gwyneth Paltrow. La habitual, sin embargo, es la de Cecil Sharp, que aparece en “Orgullo y prejuicio”. De esta novela, para mí la mejor de la autora británica, se han hecho varias versiones, pero me voy a referir a dos que son en las que, de pronto, suena una música que, si se es aficionado a estas películas, acaba por colarse en la mente y que resulta ser nuestra danza protagonista.
Una es la película de 2005 con Keira Knightley en el papel de Elizabeth Bennet y Matthew Macfadyen como el orgulloso señor Darcy.
La otra es la serie de la BBC de 1995, en este caso con Jennifer Ehle y Colin Firth. Una estupenda adaptación que cosechó fama, buenas críticas y varios premios. Tan conocida resultó que una de sus escenas, en la que Colin Firth se lanza a un lago y luego aparece todo mojado, con la camisa pegada al cuerpo, será uno de los “sueños eróticos” de Bridget Jones y sus amigas. De ahí que su gran amor también se apellidase Darcy.
En la historia hay un momento en que Darcy invita a bailar a Elizabeth, a pesar de que no se llevaban nada bien, y ella acepta. Pero, precisamente por no llevarse bien, Darcy parece enfadado (bueno, eso lo parece casi siempre) lo que induce a Elizabeth a mantener con él un irónico diálogo durante la danza, que además se va entrecortando al tiempo que se cruzan unos con otros y se vuelven a juntar. Así que, mientras el resto de bailarines parecen disfrutar del momento, ellos mantienen una elegante y reposada discusión.
Pues bien, en ambas se elige “Mr. Beveridge’s Maggot” para la escena del baile. Y la verdad es que quedan muy bonitas y es perfecto para lucir los preciosos vestidos estilo imperio. De hecho, el de la serie recibió un Emmy por "notable trabajo individual en diseño de vestuario para una miniserie o especial". Y el de la película recibió nominaciones a los Oscar y los BAFTA. Seguro que estas escenas ayudaron mucho. Pero, sobre todo, da lugar a uno de los mejores diálogos entre esta pareja. Merece la pena deterse un poco a ver y, por supuesto, a oír.