Ataúlfo Argenta fue, sin duda alguna, el gran músico y director de orquesta español de mediados del siglo XX, y hoy en día es un mito. Fallecido prematuramente en el año 1958 a los 44 años, justo en el momento que comenzaba su despegue al Olimpo de los directores de orquesta, su figura es ahora justamente reivindicada a través de su biografía definitiva, escrita por la periodista Ana Arambarri y publicada por Galaxia Gutemberg: Ataúlfo Argenta Música interrumpida.
Arambarri, vinculada a la familia Argenta desde la niñez (el maestro había sido profesor de piano de la madre de Arambarri) ha escrito una biografía en la que se despliega en toda su magnitud la figura del gran músico, sin soslayar u ocultar los aspectos más controvertidos y demuele el tabú que durante década se ha cernido sobre uno de los más grandes músicos españoles del pasado siglo.
En la cima del éxito, el entonces director titular de la Orquesta Nacional de España, acudió una fría noche de enero a su chalet de Los Molinos (Madrid) con Sylvie Mercier, joven pianista de prometedora carrera. En la casa hacía demasiado frío y volvieron a bajar al garaje donde se encontraba aparcado el Austin de Argenta, arrancando el motor para poner la calefacción y sumiéndose en un profundo sueño por efecto de la inhalación de monóxido de carbono. Ella perdió el conocimiento pero sobrevivió; el maestro no despertó.
El libro de Arambarri cobra un especial valor al recoger las numerosas cartas que Argenta escribió a su mujer, Juana Pallares, así como el testimonio de Sylvie Mercier. La autora se hace eco de las numerosas insidias de músicos rivales y críticos pelotas movidos por el rencor, los celos y la envidia (¿les suena?) tras el fallecimiento del director y que sirvieron de cimiento para propalar esa especie de leyenda negra por parte del régimen franquista sobre la base de su supuesto republicanismo. Arambarri es de la opinión de que Argenta era “más bien un hombre apolítico, de talante liberal y de ideas abiertas”.
La “mezquindad” que caracterizó al régimen, como apunta Arambarri, se cebó especialmente con su esposa, Juana Pallares, a la que se denegó hasta la pensión que correspondía a la posición de Argenta como director de la Orquesta Nacional. Por el contrario, su popularidad era tal, que el día del entierro en Madrid acudieron miles de personas, colapsando la calle de Alcalá. Era un hombre querido y respetado, y hubiera sido el mejor director de orquesta del siglo XX.
Y hablando de mitos; les recomiendo a Uds. la reedición llevada a cabo por mi editorial favorita, Atalanta, de la obra magna del gran Joseph Campbell (Nueva York ,1904-Honolulu, Hawái, 1987), Las máscaras de Dios, aparecida en castellano en el año 1991 en Alianza Editorial y agotado hace años. Este primer libro lleva por título Mitología
Primitiva. Publicado originariamente en 1959, ha sido revisado cuidadosamente hace poco por la Joseph Campbell Foundation. Como señala Luis Alberto de Cuenca, un mismo sueño ha presidido las respuestas de los hombres primitivos y actuales a los grandes interrogantes que plantea el macrocosmos de ahí fuera y el microcosmos humano. El análisis de los mitos confirma su carácter unitario y universal. En resumen, una obra fascinante que nos acerca al cómo y por qué de la civilización. Un libro ineludible del gurú, del consejero de presidentes norteamericanos y amigo de George Lucas e inspirador de Star Wars.
Como vino de la semana mi recomendación es para un vino de la localidad riojana de Navarrete: Valdelacierva Grano a Grano 2015. Un vino casi artesanal, potente, intenso, muy personal, con una acidez muy buena y muy fresco. Eso sí, no lo regalan.
Sigan con salud.
Foto: ataulfoargenta.com