sábado, 2 de agosto

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Barricada Cultural

 

The werewolf

por Fernando Aceytón Sorrentini

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Homo homini lupus: El hombre es un lobo para el hombre. ¿Recuerdan Uds. esta locución latina? Popularizada por el filósofo inglés del siglo XVII Thomas Hobbes, fue acuñada por el comediógrafo Plauto, y se encuentra plenamente vigente, sobre todo cuando hablamos de hombres lobo. Presente en la literatura desde Aristófanes y la leyenda de Rómulo y Remo hasta la actualidad con Hesse o Kipling, la figura del lobo ha sido una constante en la civilización occidental, en muchos casos con connotaciones negativas, sobre todo en la antigüedad y en el medievo.

Ahora aparece un excelente y exhaustivo ensayo del argentino Jorge Fondebrider (editorial Sexto Piso) bajo el título Historia de los hombres lobo. En esta obra el autor va trazando de forma cronológica y ordenada el camino del lobo hacia la adquisición de la peor de las reputaciones bajo la losa de las supersticiones influyentes en las sociedades europeas. Fondebrider bebe de fuentes directas y baja a los textos grecolatinos, en donde encontramos las bases que sustentan los mitos y leyendas que tratan sobre hombres lobo. El referido Aristófanes, en alguna obra teatral y hasta el historiador Herodoto expresan las primeras manifestaciones de las transformaciones de hombres en lobo. La completísima recopilación de textos que realiza el autor lleva el mito hasta tradiciones muy alejadas geográficamente, desde la mitología clásica grecolatina hasta la nórdica. Especialmente interesante es el estudio de la licantropía en Europa en los siglos XVI y XVII, con casos y procesos judiciales en número superior a treinta mil. El siglo XIX es el de la aparición del horror gótico y los licántropos pasan a formar parte en exclusiva de la literatura de terror.

Dentro de esa literatura terrorífica las manifestaciones de licantropía son variadas, y así, la encontramos en los primeros relatos góticos como los de Frederick Marryat (El lobo blanco de las montañas Hartz) o los de Sutherland Menzies (Hughes, el hombre-lobo) y en magníficos y novedosos relatos como los de Algernon Blackwood (El campamento del perro), Peter Fleming (La caza), Geoffrey Household (Tabú) y Claude Seignolle (El gàloup), todos ellos contenidos en la obra Los Hombres-lobo, publicada por la editorial Siruela en 1993 dentro de su colección El ojo sin párpado, en edición de Juan Antonio Molina Foix, autor de su magnífico prólogo y traducción de Francisco Torres Oliver. Existe una reedición en DeBolsillo publicada en 2012. Hay también una selección de obras con el título Relatos hombres lobos y otras bestias de Edimat Libros, S.A. colección Eclipse, en la que podemos encontrar cuentos de Arthur Conan Doyle, Manuel Yáñez, Jena Ray o Gustavo Adolfo Bécquer (La corza blanca). Imprescindible para los degustadores de sangre humana.

Muy recomendables asimismo El ciclo del hombre lobo, de Stephen King (DeBolsillo); El último hombre lobo, de G. Duncan (Random House).

Que Uds. lo muerdan bien.

Como vino de la semana, una reivindicación de mi patria chica: hay que conocer los vinos de Madrid, y en ese caso recomiendo un vino amable para el paladar y para el bolsillo: Tagonius Roble 2015: intenso, elegante, pulido y equilibrado. Ideal para platos de caza.

Sigan con salud.

 

Foto: blogdecine.com