jueves, 12 de junio

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Barricada Cultural

 

Detection Club

por Fernando Aceytón Sorrentini

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Siguiendo la máxima ignaciana de “en tiempos de tribulaciones no hacer mudanza” resulta conveniente en estos tiempos de inflación de tarados de toda laya retornar a los clásicos, ese mullido colchón que asegura la felicidad. Frente a la elefantiásica oferta editorial, dominada por los intereses de los grandes grupos, con el consiguiente riesgo de toparnos con bodrios infumables à la mode, se alza la seguridad e infalibilidad de autores que han traspasado el umbral de la posteridad y sobre los que existe un amplio consenso acerca de su genio.

G.K. Chesterton, “el príncipe de las paradojas”, el creador de ese maravilloso personaje del Padre Brown, nos brinda un brillante ejercicio detectivesco a la par que una literatura de gran clase en un librito titulado El arte del asesinato (11 relatos de crimen e investigación) publicado en la colección El Club Diógenes de la editorial Valdemar. Basil Grant, Horne Fisher, Gabriel Gale, Mr. Pond y el susodicho Padre Brown conforman una galería de “raritos” dedicados al arte de la resolución de misterios y crímenes aparentemente irresolubles. Ya conocen la máxima chestertoniana: “El criminal es el artista creativo, el detective sólo el crítico.”

Y sin salir de la Gran Bretaña (tengo verdadera debilidad por la literatura policíaca británica), un ramillete de autores, quizás menos conocidos que la archifamosa Agatha Christie, pero no menos interesantes:

Anthony Berkeley, otro autor de la época de oro de la novela detectivesca inglesa, estrechamente relacionado con otros autores como los referidos Agatha Christie y G.K. Chesterton y Dorothy L. Sayers en el Club de los detectives. En nuestro país la editorial Lumen ha publicado tres títulos: El misterio de Layton Court, El crimen de las medias de seda y El caso de los bombones envenenados.

Dorothy L. Sayers, la traductora, estudiosa de lenguas clásicas y humanista cristiana, famosa por sus obras protagonizadas por el detective aristócrata Lord Peter Wimsey entre la Primera y Segunda Guerra Mundial. Lumen ha publicado algunos títulos, entre los que destacan Los secretos de Oxford, Cinco pistas falsas, Luna de Miel, Veneno Mortal, El misterio del Bellona Club y Un cadáver para Harriet Vane.

Edmund Crispin, seudónimo de Robert Bruce Montgomery, creador del detective Gervase Fen, protagonista de ocho novelas entre 1944 y 1951. Miembro también del Club de los Detectives y amigo de Agatha Christie y dipsómano inveterado falleció en 1978. Su novela La juguetería errante es una de las piezas maestras de la literatura policíaca de todos los tiempos. Ahora mismo Círculo de Lectores está publicando una serie de cinco títulos, de los que ya han visto la luz cuatro: la referida La juguetería errante, El misterio de la mosca dorada, Muerte en la catedral y El canto del cisne.

Más moderna, pero también entretenida es M.C. Beaton, también conocida como Marion Gibbons, es una prolífica escritora inglesa de novelas románticas y de misterio desde 1979. En nuestro país se publican ahora, también en Círculo de Lectores, alguno de sus libros protagonizados por la detective Agatha Raisin, entre los que destacan Agatha Raisin y la quiche letal, Agatha Raisin y el veterinario cruel, Agatha Raisin y la jardinera plantada y Agatha Raisin y los paseantes de Dembley.

Que Uds. lo investiguen bien.

Como vino de la semana tenemos un Convento de las Claras 2013, de la bodega del mismo nombre. Un ribera de Duero 100% Tempranillo. Carnoso, denso, amplio, suave y equilibrado, con un gusto frutal prolongado. 90 puntos Parker por 9,50 euros.

Sigan con salud.

 

Foto: cinemanet.com