Mercedes de Migue Gonzálezl nace en Madrid, en 1963. Estudia piano, violín y danza clásica. Reside sucesivamente en Llanes, Tetuán, Estrasburgo, Tarragona, Santander y Madrid, a donde regresa en 1.980. Allí compagina la carrera de Derecho en la Complutense y posteriormente en la Escuela de Práctica Jurídica de ICADE, con la grabación de dos discos ―ambos editados en 1987―, con La Honorable Sociedad y Proyecto Bronwyn. Nos habría representado en Eurovisión si Patricia Kraus no hubiera podido acudir. Desde 1991 reside en Vigo y ejerce como Procuradora de Tribunales. Ha publicado La mente del asesino en 2011, con Ediciones Osiris. Hace escasos meses acaba de publicar su segundo y más intimista trabajo literario.
Requerida tan entusiasta y avezada autora para que nos señale una frase que la defina, la elegida es bastante reveladora: "La vida es un proceso constante de apredizaje". Es así como nos adentramos en una entrevista, en un cuestionario digital cuyo formato no resta un ápice de intensidad y ganas de contar cosas a nuestra protagonista.
JLV.: Voy a ser un poquito original para comenzar este cuestionario: ¿Qué hace una chica como tú en un periódico digital de Castilla-La Mancha como este, siendo natural de Madrid y residiendo actualmente en Vigo?
MMG: Pues aparte de la entrañable amistad que me une con el interlocutor, tengo que decir que una mitad de mí tiene raíces manchegas, por parte de padre (Juan de Miguel Zaragoza, natural de Villacañas), así que es un placer y estoy encantada.
JLV: Cuéntanos un poco sobre tu afición a la escritura.
MMG: Lo cierto es que llevo toda la vida escribiendo. Empecé a eso de los doce años, con un par de novelitas de aventuras en la onda de “Los Cinco”, seguí componiendo canciones (que es otra forma de escribir), continué por los relatos cortos y un buen día cogí carrerilla y ya no he parado, hasta el punto de que en los últimos tres años he “perpetrado” ocho novelas (dos de ellas publicadas) y tengo dos más iniciadas.
JLV: ¿Cómo fueron los inicios de esta andadura? ¿Te resultó difícil publicar?
MMG: Si te dijera que no, mentiría. Antes de ver mi primer libro en la calle, llamé a muchas puertas, me presenté a no pocos certámenes y, pese a las sucesivas calladas por respuesta —que en más de una ocasión me hicieron plantearme si merecía la pena seguir intentándolo—, continué adelante, pero dando los pasos adecuados. Hoy en día es muy difícil, por no decir imposible, que una editorial (sobre todo si hablamos de las grandes) apueste por un escritor novel (que no nobel, jeje), así que busqué representante literario y encontré a Diego García Lagares, en quien desde el primer momento tuve a un amigo entusiasta que me ayudó mucho. Gracias a él vio la luz “La mente del asesino” (Ed. Osiris, 2011), y más recientemente “Tormenta” (Ed. Lampedusa, 2012).
JLV: “La mente del asesino” es novela negra. En cambio, “Tormenta” podría encuadrarse en la literatura juvenil. Y digo “podría” porque toca otros aspectos que también pueden interesar a lectores adultos. ¿Te mueves por distintos géneros, por tanto?
MMG: Bueno, en realidad (y ya sé que esto puede sonar a tópico), cuando comienzo a escribir una novela nunca sé sobre qué va a versar. Diría que hago lo contrario de lo que hace la mayoría, que es esbozar unas líneas generales, una sinopsis y crear unos personajes. Mi sistema es radicalmente distinto. Pongo un título y, a raíz de lo que me sugiere, sin premeditación alguna, dejo que los dedos vuelen sobre el teclado. Los personajes aparecen solos, se van definiendo ellos mismos y deciden cuál será la trama. No sería exagerado decir que son ellos los que hacen todo el trabajo y que yo me limito a transcribir lo que me dictan. Por eso, a veces se rebotan si pretendo hacerles tomar un camino con el que no están de acuerdo (risas).
JLV: Por último, véndenos “Tormenta” brevemente.
MMG: “Tormenta” es la historia de una adolescente que ha de afrontar duros reveses en su vida, tras los cuales sale cada vez más fortalecida. Hay psicología, amor e intriga, todo ello aderezado con un cierto toque de misterio. Creo que, a pesar de su metraje (540 páginas), se lee con facilidad, porque trato de que mis novelas sean ágiles. Huyo de la retórica y de las descripciones demasiado prolijas. Algunas personas me han dicho que son muy cinematográficas, en el sentido de que, más que leer, creen estar viendo una película.
JLV: Muchas gracias y desde aquí te deseamos toda la suerte del mundo.
MMG: Ha sido un placer. Yo también os deseo mucha suerte con este fantástico periódico digital, al que auguro una brillante andadura.
Como guinda final, los lectores de Ciudad Real Digital, tienen la oportunida de leer la contraportada de TORMENTA:
"Beatriz es una niña feliz, pero pronto se dará cuenta de que el destino le tiene reservadas muchas sorpresas, algunas no precisamente agradables. La separación de sus padres ——unida al alejamiento de su mejor amiga, Gema—, supondrá el inicio de una nueva etapa que dará un giro a su manera de pensar y a su idílica infancia.
El progresivo deterioro mental de su madre origina que tengan que mudarse a El Escorial, para vivir en «Villa Robledo», una casona deshabitada que la tía Enriqueta pone a su disposición cuando han de abandonar su piso de Madrid, acosadas por las deudas.
Allí conocerá a Víctor, y el valor del amor y de la amistad, aunque los acontecimientos se precipitarán, en una serie concatenada de hechos que la harán madurar de golpe.
Su pasión creciente por los caballos, Londres, William…, marcarán su carácter y decidirán su futuro.
Psicología, intriga y misterio son los tres ingredientes fundamentales de esta novela que tal vez tenga continuación, si los lectores lo quieren así…"