viernes, 29 de marzo

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Estreno en Royal City

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Deuda de honor ()

Director: Tommy Lee Jones

Intérpretes: Tommy Lee Jones, Hilary Swank, Grace Gummer, Miranda Otto, Sonja Richter, David Dencik, John Lithgow, Tim Blake Nelson, James Spader, William Fichtner, Jesse Plemon, Evan Jones, Hailee Steinfeld, Meryl Streep

Sinopsis: Nebraska, 1855. Mary Bee Cuddy (Hilary Swank) lleva una solitaria vida en una lejana localidad del medio oeste cuando la Iglesia la elige para llevar de regreso al mundo civilizado a tres mujeres que han perdido la razón. Para ello, cuenta con la ayuda de Briggs (Tommy Lee Jones), un delincuente al que salva de la horca con la condición de que la acompañe en el trayecto. Juntos emprenden este largo y peligroso viaje a través del desierto, desde Nebraska hasta Iowa, un camino en el que tendrán que enfrentarse a todos los peligros de la frontera, luchar contra las inclemencias del tiempo y protegerse de asaltantes e indios.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Segundo trabajo como director del estupendo actor del estado de la estrella solitaria, Tommy Lee Jones (69 años), Oscar al mejor secundario en 1993 por ese implacable perseguidor de Harrison Ford en EL FUGITIVO, el comisario Samuel Gerard.

De nuevo se introduce en un territorio por él muy querido, el western; de nuevo vuelve a sorprenderme con una muestra atípica y muy personal. En esta ocasión, no es ningún mejicano que responda al nombre de Melquíades Estrada el objeto de sus desvelos, sino un pequeño grupo de mujeres, aunque todos ellos coinciden en su carácter y ubicación fronteriza. De una considerable crudeza, cuenta la cara menos amable de la adaptación de estas al salvaje Oeste, las consecuencias motivadas por su alejamiento de la civilización (se van calmando según vuelven a regresar a la misma, aunque no es menos cierta que esta esconde otro tipo de miserias, como la de no ser nadie socialmente si no se posee guita), la irrupción en un mundo machista y las inclemencias de todo tipo con las que se tienen enfrentar. Un lugar en el que alguien con 31 años podía ser ya casi una vieja de tomo y lomo, como resulta ser el personaje de Hillary Swank, eso sí, recubierto de una admirable independencia y aparente fortaleza.

Me considero un furibundo amante del género y nunca había asistido a una historia de estas características, aunque la fiebre de la pradera con poderosa impregnación femenina haya sido tratada por obras maestras tan dispares como EL VIENTO de Victor Sjostrom y CARAVANA DE MUJERES de William A. Wellman. Curiosamente, me fascina por razones contrarias por las que me suelen apasionar en su versión más clásica y genuinamente norteamericana, en este caso por su parte más desagradablemente realista. Me refiero a su falta de arquetipos y a no ofrecer ningún tipo de paños calientes, a alejarse de cualquier atisbo de triunfalismo.

Tengo claro que no va destinada al común del espectador, pues será difícil que sean muchos los que puedan empatizar con lo aquí propuesto, con su devastadora desolación, con esa falta de oportunidades para poder agarrarse a algún asidero sentimental. Da igual, es un trabajo hoscamente lírico, insólito, desapacible, áspero, hipnótico, intimista. Soy consciente que puede generar antipatía, pero a mí sus imágenes, su dureza, me acompañan tiempo después. Creo que algunos de sus momentos van a quedar definitivamente incrustados en mi memoria. Cuánto talento tiene este veterano Lee Jones.

No puedo olvidarme de la poderosa presencia de esa inmensa actriz que es Hilary Swank, a la que reverencio desde que encarnara a la transexual Barton Teena de BOYS DON´T CRY –Oscar a la mejor secundaria- pero, sobre todo, desde una de las obras capitales de las últimas décadas, la peleona Maggie Fitzgerald de MILLION DOLLAR BABY de mi venerado Eastwood. Aquí es la igualmente luchadora, rígida, mandona, digna y formidable –lo dice el desertor y facineroso señor Briggs, formidable también en esta faceta Jones- pionera Mary Bee Cuddy, una mujer que vive sola, “algo fuera de lo común” en propias palabras.

Una curiosidad: Meryl Streep aparece en un pequeño papel en la parte final. Junto a ella, una de sus hijas en la vida real, Grace Gummer, una de las pasajeras locas del carromato, la de la muñeca. Este mismo año también salía con otra de sus retoños, Mamie, en la simpática RICKI. Desde luego, ninguna de los dos puede negar el parecido con la matriarca.

Sin duda para el que esto escribe, DEUDA DE HONOR (THE HOMESMAN/EL HOMBRE DE LA CASA, título intencionado y significativo) está a la elevadísima altura de la fascinante LOS TRES ENTIERROS DE MELQUÍADES ESTRADA, el debut del cineasta tejano. Una secuencia valdría para mostrar de nuevo su capacidad, la venganza contra el petimetre dueño del hotel. Espero que no acabe aquí su idilio tras las cámaras, pues la temática elegida, su punto de vista tras el objetivo de la cámara –a propósito, extraordinaria fotografía de su importante colaborador Rodrigo Prieto-, aparte de singular me resulta hasta la fecha apasionante.

 

José Luis Vázquez